Respuesta a artículo de alumno de Medicina.

Estimado Jorge, estuve leyendo tu artículo titulado: “Teatro y Medicina”, en el que te cuestionas la razón del porqué los alumnos de Medicina y Teatro comparten el campus.  Valoro tu deseo de entender, afín de cuentas eso es lo que nos reúne en la universidad; es decir, tratar de saber y para ello hacernos preguntas es fundamental. Sobre el particular decir que un punto interesante en esta discusión está en el cultivo del “diálogo” entre los opuestos, siempre de ello salen situaciones innovadoras y sorprendentes que enriquecen el conocimiento. El asunto es que debemos estar abiertos a ello. La vida es una maravillosa oportunidad para mezclar y explorar posibilidades. Los grandes descubrimientos emanan de esa lógica. Como ves el tema no es tan feble, ni antojadizo. Una persona del arte puede aprender mucho de la formalidad y protocolos de la gente de ciencia; del mismo modo, un científico requiere flexibilidad, creatividad y apertura, y ello puede encontrarlo en las artes. El mundo contemporáneo requiere abrir caminos, conocer el entorno y convivir con la diferencia. Nuestro tan ansiado desarrollo está asociado a esos imperativos, que, por lo demás, son francamente humanos. La carrera de Medicina tiene una dimensión humana, ya que trabaja con personas y ellas hacen ruido, se quejan y tienen olores a veces molestos. La atención de un paciente está relacionada (para ser de calidad) con las competencias blandas que proporciona una adecuada relación con la vida y ésta no es un laboratorio silente y donde las condiciones espaciales están delimitadas y aseguradas.

La gran pregunta entonces, para los estudiantes de ambas carreras, es qué tipo de profesional se quiere ser, uno estereotipado y encasillado en actitudes y protocolos añejos o uno con capacidad de acción y reacción ante situaciones sorprendentes. Este puede ser el experimento de tus autoridades.

Creo que los resultados de esta interacción ya están a la vista, las dos carreras hemos desarrollado una rica convivencia que ha permitido acciones de mutuo beneficio, como son: colaboraciones en pacientes simulados; actividades de extensión artística; apoyos en admisión, talleres y muchas más.

Finalmente debes saber que las más emblemáticas escuelas de medicina del país y del mundo, están abiertas a este tipo de relaciones. Son muchos los médicos que para entender al ser humano, el objeto de tus desvelos, estudian, escriben y hacen teatro. Son aulas de medicina que se llenan de colores, de pensamiento mundano y del ruido que nos rodea. Un científico debe tener cuidado con el purismo, ya que ese es precisamente la antítesis de dicha modalidad de pensamiento. El conocimiento se modifica, muta, por ello los cruces son relevantes y debemos propiciarlos, evitando la arrogancia del seudo poder intelectual y del absolutismo que nos lleva a creernos dueños de la verdad y de la geografía.