90 alumnos recibieron como símbolo un fonendoscopio y realizaron el juramento al Código de Honor
Con el Aula Magna de Clínica Alemana llena, y en presencia de autoridades, docentes y familiares, se realizó la ceremonia de bienvenida a la actividad clínica para los estudiantes de tercer año de la carrera de medicina.
Este acto, es una instancia en la que la Agrupación de Médicos de Clínica Alemana (AMCA) reconoce de manera simbólica la importante etapa académica que inician los alumnos bajo la tutela de los profesionales de la institución.
En la ocasión, el médico director AMCA Cesar Descouvieres, destacó el desafío del cuidado de la propia salud para no ser víctimas de estrés o pérdida de sentido, “ustedes serán los responsables de controlar su ambiente de trabajo para poder tener vidas sanas, recuerden en los momentos difíciles lo que está en el centro de nuestra vocación: la inigualable gratificación de poder dar salud y bienestar a personas”, señaló.
Por su parte, la vicedecana de postgrado de la Facultad de Medicina, doctora Marcela Castillo, se dirigió a los asistentes destacando el momento de transición que vivirán: “con la entrega de este símbolo, el fonendoscopio, ahora ya no solo serán libros y clases para formarse, ustedes podrán aprender directamente del paciente y ese es el privilegio de esta profesión”, dijo.
Para hablar sobre la construcción de la identidad de los estudiantes se dirigió a los asistentes el médico director de Clínica Alemana Bernd Oberpaur, “en la primera mitad de la vida uno construye el continente, en la segunda mitad uno profundiza en el contenido. El Dalái lama aconsejó estudiar muy bien las leyes para que en la segunda mitad de la vida las puedan quebrar, así como estos símbolos que hoy les ayudan a vestirse de doctores pero que en la segunda mitad de la vida no van a necesitar”, enfatizó.
Finalmente, el doctor Enrique Bosh se refirió a esta nueva etapa como un hito importante que marca el fin de dos años en los que predomina el estudio teórico y dio inicio a la ceremonia de entrega, por parte de médicos de la Clínica y docentes de la Facultad, de un fonendoscopio a cada alumno, un símbolo que caracteriza a los médicos clínicos para luego realizar el solemne juramento al código de honor.