La adolescencia es definida como la edad que transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo. Debido a que adolescentes y niños se encuentran en una etapa importante de su desarrollo físico y emocional, requieren de una atención distinta a la de un adulto en varios ámbitos, incluyendo la consulta ginecológica. Los motivos de consulta y diagnósticos en ginecología infanto-juvenil son distintos a los de mujeres adultas. A su vez, los motivos de consulta en el ámbito de ginecología infanto-juvenil son variados y han evolucionado con el tiempo. El año 2003 la unidad de ginecología infanto-juvenil de la Clínica Alemana de Santiago (CAS) realizó un estudio con respecto a consultas ginecológicas en adolescentes, obteniendo un 27% de diagnósticos y un 25% de motivos de consulta relacionados con consejería.

Ante la situación ya planteada se postula la siguiente hipótesis: hoy en día las ginecólogas de la unidad de adolescencia de la CAS reciben más consultas por consejería que por morbilidad, lo cual se ve reflejado en los diagnósticos; a su vez, este aumento de los motivos de consulta y consejerías será especialmente alto en el rango etario de 15-19 años. Con el objetivo de corroborar esta hipótesis se propone un estudio retrospectivo de consultas ginecológicas ambulatorias de la unidad de adolescencia de la CAS a través de la revisión de fichas clínicas electrónicas de mujeres entre 10 y 24 años desde el 2 de enero 2007 al 31 de julio 2009. Para tener una visión más ordenada y acotada de este amplio rango de consultas hemos decidido crear una base de datos con los siguientes criterios para cada ficha: ID del paciente, edad del paciente, fecha de consulta, motivos de consulta, clasificación y diagnósticos. Recibimos dos planillas distintas, que contienen diagnósticos y motivos de consulta respectivamente y los clasificamos en 11 grupos. Además, hemos tomado la decisión de considerar sólo aquellas fichas clínicas que tienen tanto diagnóstico como motivo de consulta para completar nuestra base de datos.

Los resultados reflejan que el número de consultas por consejería alcanza el 42,25% del total. En el caso de los diagnósticos, un 33% corresponde a consejería. En ambos  se puede observar que la consejería alcanza sus máximos valores en el rango etario de 15-19 años (Todos esto valores resultaron ser estadísticamente significativos, con un p<0,05). Podemos concluir que, a pesar de que los motivos de consulta y diagnósticos por consejería han aumentado con respecto a años anteriores, siguen sin superar el 50% del total, rechazando ese aspecto de nuestra hipótesis. Sin embargo, el rango etario entre 15-19 años fue efectivamente aquel con mayor número de consejerías.

Las proyecciones del estudio se dirigen básicamente a las áreas de gestión y docencia, buscando diseñar talleres de intervención, actualizar la información disponible y permitir su difusión.