Antes de comenzar el internado en el Hospital Padre Hurtado, principal campo clínico de la Facultad de Medicina, Andrés partió al Hospital de Clínicas “Dr. Manuel Quintela” de Uruguay.

Este lugar, creado en 1887, se fundó con la convicción de crear, concentrar, enseñar y difundir el conocimiento de los procesos de salud-enfermedad, en el marco del quehacer de la Universidad de La República. Además, actúa como un hospital general de adultos, siendo una referencia importante en el país.

Fue aquí, en el área de Oftalmología, donde compartió con los primeros pacientes en su etapa inicial de internado electivo. “Me pareció un lugar muy bien preparado donde hay más permiso con lo que respecta al manejo de pacientes y uso de maquinaria. Además, aprendí el uso básico del instrumental oftalmológico, siempre guiado por los residentes”, explicó.

Por su parte, Andrés también estuvo en la Clínica Barraquer de Colombia, uno de los centros más prestigiosos a nivel mundial, y donde las pasantías fueron más observacionales. “El proceso de aprendizaje recae exclusivamente en lo que vemos y estudiamos”, dijo.

Ventajas

Uno de los elementos que destaca Andrés es la importancia de conocer otras realidades en el extranjero. “La ventaja, en términos personales, es que uno se exige mucho más que estando en ‘casa’, y en términos profesionales es bueno conocer cómo se realiza la especialidad en otros países”, advirtió.

Para emprender este camino, el interno aconseja a las nuevas generaciones que están pensando viajar el extranjero. “Lo más importante es conseguir un lugar en el que se sientan cómodos -dónde alojar y trabajar- ya que es importante para un buen desempeño y aprendizaje”.

De esta forma, el interno regresó con nuevos conocimientos y experiencias que le permitieron enfrentar de mejor manera su internado en el Hospital Padre Hurtado que inició en enero de 2011.