«Conflicto de intereses en la relación clínica» completo en PDF.
Desde los inicios de la humanidad, la comunicación entre los seres humanos ha sido esencial para su desarrollo. Es posible que en un comienzo, estuviera dirigida a establecer el bien común, para lo cual hayan sido suficientes algunos gestos o sonidos, de escasa complejidad que surgieron espontáneamente.
Cuando las comunidades fueron creciendo y diversificándose, se hizo necesario transmitir elementos más complicados surgiendo el lenguaje. La evidente aptitud del lenguaje para comunicar las ideas, sentimientos, órdenes, ha constituido la base para la formación de los grupos, es decir el punto de partida de la sociedad y la cultura. Curiosamente en la medida que el hombre fue perfeccionando esta poderosa herramienta, y descubriendo otras, es decir civilizándose, el entendimiento entre los seres humanos se transformó un problema. La invención de la escritura en Mesopotamia o de los números en Súmer, junto con facilitar el intercambio de culturas, contribuyeron a destacar las diferencias entre los individuos desencadenando conflictos de poder. De tal modo, las confrontaciones bélicas o psicológicas han marcado la historia de la humanidad.
Podría argumentarse que hace algunos siglos, la lentitud con que se transmitía el conocimiento influyó en la incomprensión entre las personas. Es verdad, Isabel La Católica se demoró 6 meses en ser informada sobre el descubrimiento de América, con las consecuencias geopolíticas que ello pudiera significar. Sin embargo, en nuestro siglo, el avance de la tecnología permite que las noticias puedan ser difundidas en forma inmediata, a pesar de lo cual asistimos a desacuerdos que llevan a consecuencias desatrosas (…).