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Donación de órganos

*Donación de órganos – Juan Pablo Beca y Alberto Lecaros

El Mercurio – miércoles 09 de octubre de 2013

Señor Director:

En carta del lunes 7, la profesora Alejandra Zúñiga afirma que la nueva Ley de Donante Universal que recién entró en vigencia es una buena ley. Las leyes de consentimiento presunto pueden tener un impacto en el aumento de la donación, pero no consideramos que esta sea la principal herramienta para ese fin. Menos aún estamos de acuerdo con los argumentos que sostiene la profesora para avalar que esta sea una buena ley.

Primero, porque si se afirma que la relación entre la presunción de consentimiento y la tasa de donación es compleja, no se puede deducir que la dictación de leyes de consentimiento presunto sea la causa principal del aumento de las donaciones.

Segundo, si bien la exigencia de reciprocidad en una ley de donación de órganos puede ser algo aparentemente justo, la donación es un acto altruista o solidario que nace de un deber moral que no se puede forzar, y no de un deber de justicia exigible por reciprocidad.

Tercero, los órganos de las personas fallecidas no son recursos públicos, como afirma la profesora Zúñiga, por lo que no puede aplicarse la teoría del free rider. Si los órganos fuesen bienes públicos, de ellos no se pediría una donación, pues por definición solo se puede donar lo que es privado.

En conclusión, estimamos que una ley no puede alterar la naturaleza del acto que regula, como transformar la donación en una exigencia de reciprocidad. Creemos que, en general, las leyes pueden contribuir a modificar conductas morales, pero que la vía legal de la exigencia de donación de órganos difícilmente cambiará por sí misma la actitud social.

Insistimos, por lo tanto, que trabajar en la promoción de la sensibilidad y la solidaridad de la población es esencial para que las leyes reflejen los valores de la ciudadanía.

PROF. ALBERTO LECAROS

DR. JUAN PABLO BECA

Centro de Bioética Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo

*En respuesta a la carta de la académica de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, Alejandra Zuñiga, publicada el día 7 de octubre de 2013 en El Mercurio. Para leerla, ingrese aquí.