En Chile, el cáncer de mama es la primera causa de mortalidad por esta enfermedad en mujeres y su tratamiento consume cerca del 25% del financiamiento nacional para todas las terapias oncológicas. Además, las herramientas diagnósticas actuales carecen de poder predictivo para detectar en el momento la progresión a metástasis.
De este modo, es indiscutible la necesidad de contar con métodos de seguimiento complementarios y sensibles que informen de la recurrencia e inicio de un proceso metastásico, de manera de fortalecer la estrategia de tratamiento y, en consecuencia, poder hacer frente a la evolución y desarrollo de un nuevo cáncer.
En este contexto, Lorena Lobos-González (PhD), investigadora adjunta del Centro de Medicina Regenerativa del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo y actualmente profesora asistente en el Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, lidera desde hace algunos años un estudio sobre la proteína lactadherina y su relación con la generación de tumores y metástasis en el cáncer de mama.
“Esta proteína, cuando las mujeres están en proceso de lactancia, se sobreexperesa en la mama, pero con un rol benéfico, que es ayudar a la inmunomodulación de la leche materna de la madre al hijo. Sin embargo, se ha visto que cuando hay un tumor, vuelve a aparecer en abundantes cantidades, por lo que se ha considerado un importante marcador de tumorigenicidad, es decir, de la generación de nuevos tumores”, explica la investigadora.
Actualmente, se encuentran en la etapa de cierre de un proyecto del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF) que tuvo como objetivo validar esta proteína presente en microvesículas plasmáticas como un biomarcador o indicador de recurrencia y/o metástasis postcirugía en cáncer de mama, aportando así en la detección oportuna del avance de esta enfermedad.
Antecedentes de la investigación y su contribución en el tratamiento del cáncer
La Dra. Lorena Lobos-González ha centrado su línea de investigación en el ICIM-UDD principalmente en el cáncer de mama, específicamente en el desarrollo de nuevas herramientas diagnósticas y en estudiar los mecanismos de comunicación de las células tumorales para iniciar los sitios de metástasis en tejidos sanos.
En este contexto, hace algunos años estudió el rol de los exosomas secretados por células tumorales de cáncer de mama y cómo la carga de determinadas proteínas y microRNAs son clave en la tumorigenicidad.
“Los exosomas son microvesículas secretadas por todas las células y que, cuando se trata de células tumorales, sus mensajes pueden tener distintas funciones, como promover la metástasis y el avance de la enfermedad”, explica. En este sentido, añade que “estos saquitos celulares podrían encontrarse en la sangre, haciendo la detección más simple, a más bajo costo y, lo más importante, a tiempo, perfilando un aumento en las ventanas terapéuticas”.
Junto a su equipo, también estudiaron que, dentro de estos ‘saquitos’, hay proteínas como la lactadherina que, como ya se ha mencionado, aumenta su cantidad en presencia de nódulos y tumores, hallazgo similar a tener una especie de antígeno prostático (proteína que permite la detección del cáncer de próstata), pero para el cáncer de mama.
Posterior a estos hallazgos, y con financiamiento de FONDEF, continuaron su investigación con el fin de probar esta técnica ya estandarizada mediante la aplicación de exámenes de sangre en pacientes que tuvieran o hayan tenido cáncer de mama y así evaluar si se detecta o no la presencia de esta proteína. Este trabajo se ha realizado junto al Laboratorio Clínico Thomas de Coyhaique, el Instituto Nacional del Cáncer (INCANCER) y el Hospital San Juan de Dios de La Serena, instituciones con las que se han estudiado muestras de sangre de pacientes diagnosticadas con cáncer de mama.
A la fecha, los resultados son positivos, pues se ha determinado que, las mujeres con cáncer avanzado, presentaron mayor cantidad del biomarcador en su sangre con respecto a la población control. El beneficio, entonces, es que se podrá avanzar en el desarrollo de un protocolo que sea parte del manejo clínico de las pacientes que han tenido esta enfermedad y sus controles.
“Con esto podremos anticiparnos a la generación de una metástasis, ya que una mujer, después de su mastectomía total o parcial, genera una fibrosis en donde los exámenes imagenológicos no logran decir si volvió o no el tumor. Y es en ese momento en el que se podría tomar una muestra de sangre que, si mostrara que está este indicador, permitiría dar la sugerencia clínica de continuar con estudios más específicos, pues hay un biomarcador circulante que señala que hay tumor”, concluye Lorena Lobos-González.
Seminario de presentación de resultados abierto a la comunidad
Los resultados de este proyecto FONDEF fueron presentados en un seminario abierto a toda la comunidad, que se realizó en el campus Rector Ernesto Silva Bafalluy de la Universidad del Desarrollo que reunió a investigadores, docentes, pacientes y representantes de las instituciones participantes en la ejecución del proyecto.
Ximena González Soto, jefa del Centro de Responsabilidad e Investigación del Instituto Nacional del Cáncer (Incancer), destacó que este proyecto que predice la metástasis en mujeres con cáncer de mama, proporciona herramientas para mejores tratamientos y crea compromiso con la salud de las pacientes. “El Incancer es el único centro público que se dedica exclusivamente a la atención de cáncer y más del 40% de nuestras pacientes tienen un diagnóstico de cáncer de mama. Por lo tanto, para nosotros es muy relevante instalar tecnologías ahí y qué mejor que tecnologías hechas en nuestro país”, señaló.
Por su parte, Francisco Vargas, coordinador del Área de Salud del FONDEF, destacó la importancia de la ciencia en la mejora de la calidad de vida y resaltó la necesidad de pensar en la masificación de productos desde las etapas iniciales, evitando que estos proyectos queden en el olvido.
Asimismo, David Contador, investigador asociado UDD de este proyecto, indicó que “ha sido un camino largo y va a seguir siéndolo, porque estamos en una etapa donde uno tiene que básicamente reclutar pacientes que ya han sido diagnosticados. Entonces, a veces la adherencia no es muy buena, porque básicamente las pacientes se deprimen o no quieren participar. Y eso es un escollo que hemos ido pasando a través de estos dos años, pero sin duda vamos a tener que seguir insistiendo”, recalcó. Además, Contador señaló que la proyección sería extraordinaria poder tener un biomarcador de metástasis recurrencia, porque anticiparía tratamientos y rehabilitaciones y por lo tanto sería un golpe al diagnóstico del cáncer de mama. “Estamos en esa línea y creo que vamos en una buena dirección”, destacó el investigador UDD.
En la ocasión, la Dra. Lobos-González, quien expuso el proyecto, agradeció al equipo multidisciplinario de científicos básicos y clínicos que se formó para lograr estos beneficiosos resultados. Este grupo está compuesto por:
FONDEF
Instituto Nacional del Cáncer
Hospital San Juan de Dios:
Universidad del Desarrollo:
Oncovida