El pasado jueves 28 de mayo se realizó la ceremonia de titulación de la quinta generación de enfermeras UDD, quienes juraron ejercer lealmente su profesión y cuidar el secreto sobre asuntos personales de sus pacientes: «Juro ante Dios ayudar a elevar el nivel de salud de mi patria y procurar el bienestar y seguridad de todos los que estén encomendados a mi cuidado”, dijeron en conjunto.

El inicio de la ceremonia estuvo a cargo del Dr. Pablo Vial, decano de la Facultad de Medicina, quien denominó a este grupo de alumnas como La Generación del Bicentenario. “Hemos visto cómo han crecido y cómo sus profesores se han esforzado por darles una actitud diferente, una actitud emprendedora. Por eso valoramos el gran compromiso que han tenido para cumplir con este exigente proceso de formación que esperamos lo continúen enseñando a las nuevas generaciones”, les dijo.

Por su parte, la directora de carrera, Claudia Pérez, agradeció el poder compartir los progresos, el amor por el trabajo bien hecho, el emprendimiento e innovación, el servicio público y los valores éticos. “En estos años de formación han podido ver el rostro de los más débiles, han podido dar lo mejor de sí mismas, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas más necesitadas”, indicó.

La directora también recordó los avances e hitos logrados por esta generación de alumnas, quienes iniciaron la tradicional ceremonia de investidura, participaron en las primeras estaciones de salud en la Caminata de Los Andes y celebraron con entusiasmo el día de la enfermera a través de distintas actividades recreativas y sociales.

El intermedio musical, a cargo del grupo Dolce Sono, dio paso a la entrega de diplomas de las 24 nuevas enfermeras. Además, el rector Ernesto Silva entregó el Premio Universidad del Desarrollo a Paula Tapia Peñailillo, mejor alumna de la promoción, quien también dio unas palabras de agradecimientos a sus autoridades, docentes, compañeras y amigas de carrera en estos cinco años de universidad.

El paso de la luz

El paso de la luz es el momento más significativo y solemne de la ceremonia de titulación. Ejemplifica la entrega y dedicación que deberán tener desde este momento con sus pacientes, mientras que la luz ilustra la gratitud expresada en cada una de sus sonrisas.

De esta forma, el docente Víctor Pedrero inició el ritual en que cada una de las recién tituladas encendieron sus lámparas y leyeron el juramento. “Haré cuanto esté en mi poder por perfeccionarme y contribuir al progreso de mi profesión”, finalizaron con el aplauso de sus autoridades, docentes y familias.