Vivian Villarroel es la directora Terapia Ocupacional, nueva carrera de pregrado de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo, que antes de abrir sus puertas a la primera generación de estudiantes, se vio enfrentada a obstáculos no menores, como el estallido social y, posteriormente, la pandemia.
“En la carrera de Terapia Ocupacional se aprenden muchos recursos, a mostrar la ‘otra opción’ que existe para adaptarse al ambiente y salir airoso. Eso es lo que uno hace con los pacientes y es lo que hemos estamos haciendo durante los últimos meses, no nos complicamos con este tipo de adversidades. A esto se suma el gran espíritu de esta primera generación de estudiantes, muy comprometida, motivada, contenta y con ganas de aprender”, señala Vivian.
Su arribo a la Facultad fue justamente el año pasado, para crear la carrera, luego de estar cerca de 20 años trabajando como docente en la Universidad de Chile. Previo a ello se dedicó al área clínica, desempañándose en rehabilitación de niños y niñas con secuelas de quemaduras en Coaniquem durante 15 años. En este contexto, Vivian cuenta que en los últimos años ya le habían llamado de tres universidades privadas para dirigir la carrera, pero sus proyectos educativos no lograron convencerla del todo, hasta que la llamaron de la UDD.
“Lo que me alucinó de la UDD fue su cultura de excelencia y el hecho de poder crear y desarrollar cosas con libertad. Sentí que era el proyecto correcto y que tenía la madurez para crear algo así, que era una oportunidad de hacer crecer la profesión en una universidad de excelencia (…) hasta ahora he comprobado que no me equivoqué”, dice Villarroel.
Son las costuras, hobbie en el que se inició a través de un curso de corte y confección que hizo cuando tenía 20 años. Comenzó haciendo su propia ropa, incluyendo vestidos de fiesta, con diseños originales que no encontraba en el comercio (en ese tiempo la oferta de ropa era restringida). Con el paso del tiempo fue derivando en otras cosas.
“Hago las cortinas de mi casa, la ropa de cama para mis hijas cuando eran niñas, etc. Como una de mis hijas – Catalina- estudia Danza, estoy incursionando con vestuarios para sus presentaciones y también de teatro, para una de sus amigas. Todo esto lo hago en el pequeño taller que tengo implementado en mi casa, rinconcito que hoy también alberga mi oficina de teletrabajo”, dice la terapeuta ocupacional.
Este lado artístico no sólo lo tienen Vivian y su hija Catalina, sino también su marido hace 28 años, Jorge, que es profesor de música. Valentina, su hija menor, estudia Psicología.
Como curiosidad, Vivian cuenta que gran parte de su vida la dedicó al ballet clásico, tenía clases con una maestra con la que posteriormente armó un proyecto para las niñas que estaban en el pre ballet del Teatro Municipal. Luego esta profesora jubiló y armó una escuela, donde junto a Vivian hacían clases y realizaban estimulación sicomotora.
“Como ambas teníamos conocimiento de ballet, armamos un mix interesante y entretenido. Fue una época muy linda, donde incluso mis hijas me acompañaban a las clases de ballet”, concluye la directora de Terapia Ocupacional UDD.