



“¿Cómo se enfrenta el mundo cuando no lo podemos ver?” Esa fue una de las primeras interrogantes que surgió entre los estudiantes que participaron del desafío (In) Visible presentado en la versión de Semana i 2025. La instancia comenzó como una invitación a reflexionar sobre la discapacidad visual y terminó convirtiéndose en una experiencia transformadora, donde la empatía, la curiosidad y el trabajo en equipo iluminaron tres días de aprendizaje profundo y colaborativo.
El desafío, guiado por Valentina Vega, docente de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad del Desarrollo (UDD), y Pamela Rodríguez, periodista de Unidad de Calidad de la Facultad de Medicina Clínica Alemana UDD, tuvo como eje central la colaboración con Fundación Luz, institución que desde hace más de un siglo promueve la inclusión y autonomía de personas con discapacidad visual. A través de actividades vivenciales, testimonios y dinámicas interdisciplinarias, los estudiantes conocieron de primera fuente cómo viven, aprenden y se adaptan quienes enfrentan este tipo de discapacidad.
El encuentro con Katherine Yáñez, educadora diferencial, licenciada en pedagogía e instructora de tiflotecnología que perdió la vista a los tres meses de vida, marcó un punto de inflexión en estos tres días de experiencias: escuchar su historia permitió que la empatía se transformara en compromiso real. “Lo de hoy fue un aterrizaje a tierra. Me di cuenta de lo poco consciente que estaba, debido a que aquello que para mí es una “normalidad” puede significar una gran hazaña para otros, sobre todo si es que no se le brinda el apoyo, herramientas y guía para poder lograr lo que desea”, reflexionó Isidora, estudiante de Psicología.
Durante la jornada final, los estudiantes presentaron propuestas creativas para mejorar la inclusión y accesibilidad de personas con discapacidad visual, además de donar una serie de audiolibros elaborados por ellos mismos para enriquecer la biblioteca de Fundación Luz. Desde carreras tan diversas como derecho, psicología, arquitectura, terapia ocupacional, ingeniería, ciencias políticas, publicidad, nutrición y dietética, odontología o diseño, comprendieron que el trabajo interdisciplinario es clave para construir soluciones significativas. La mayor enseñanza de estos tres días fue conectar con el tema y comprobar que los estudiantes “lograron ponerse en el lugar de otros y proyectar sus futuras profesiones hacia una ayuda concreta con sensibilidad, compromiso y trabajo en equipo”, señalaron las docentes responsables.






