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Realidad de la tuberculosis en cárceles chilenas

Estudio del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud muestra que el riesgo de contagio en recintos penitenciarios es 18 veces mayor al de la población general.

“Determinantes de la transmisión de Tuberculosis (TB) en la población privada de libertad y su impacto como reservorio para la población general de Chile” es el nombre del estudio realizado por el Centro de Epidemiología y Políticas de Salud (CEPS) de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo.

La entrega de sus resultados y recomendaciones se realizó el lunes 24 en Valparaíso, en el marco del día mundial de la tuberculosis. Asistieron a la actividad el decano de la Facultad de Medicina, doctor Pablo Vial; la seremi de Justicia de la Región de Valparaíso, Paz Anastasiadis; el director Regional de Gendarmería, coronel Carlos Muñoz; miembros del equipo del CEPS, representantes del Ministerio de Salud y de las instituciones involucradas en el estudio, además de personas privadas de libertad.

Según señaló la doctora Ximena Aguilera, directora del CEPS, “si bien hemos sido muy exitosos, aún no logramos eliminar la tuberculosis como problema de salud pública en Chile. Por eso, nos acercamos con la idea del proyecto a las autoridades de salud, quienes aceptaron, lo que es una muestra de valentía, ya que se decide enfrentar un problema”.

El Coronel Carlos Muñoz se mostró satisfecho con la realización del estudio. “Es un honor tenerlos donde nadie quiere ir y frente a aquello que se quiere esconder. Sólo me queda agradecerles y decir que estamos dispuestos a seguir abriendo las puertas para mejorar la dignidad de las personas”.

Resultados

Elegido por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) como uno de los hitos científicos del 2013, esta investigación contó con el financiamiento del Fondo Nacional de Investigación en Salud (FONIS) y se realizó con el respaldo y participación de Gendarmería de Chile, el Ministerio de Saludel Instituto de Salud Pública y la Clínica Alemana de Santiago, además de la  asesoría de la Organización Panamericana de la Salud.

Dentro de los resultados arrojados por el estudio, se muestra que Chile enfrenta desafíos similares a la comunidad internacional para el control de la tuberculosis (TB) en prisiones. A su vez, se vio que la población privada de libertad tiene un riesgo de contagio 18 veces mayor al de la población general.

También se evidenció una alta prevalencia de infección por TB  entre los contactos privados de libertad, es decir, de otros presos (34%). Estas personas están infectadas pero no enfermas y no son capaces de transmitir la enfermedad, pero constituyen el reservorio o la fuente de donde surgen los nuevos casos.

El mayor riesgo de TB en prisiones puede atribuirse a la combinación de tres factores: los determinantes sociales de las personas privadas de libertad, las características del ambiente carcelario, producto del hacinamiento, y el deficiente acceso a una atención de salud de calidad

La infección con TB o TB latente fue mayor entre los internos en contacto con los casos, donde alcanza a 34,4%, seguida por los mozos de enfermería (31,3%), las visitas (25%), el equipo de salud (14,6%) y llegando a un mínimo en los gendarmes (10,3%).

Es decir, se muestra que la transmisión carcelaria impacta en la comunidad en general, a través de la llamada “población puente” (visitas, gendarmes y personal de salud), pero también por el continuo recambio de la población penal.

Finalmente, se determinó que la prevención y el control de la TB dentro de los centros penitenciarios, así como en otros grupos vulnerables, son clave para avanzar en la eliminación de la tuberculosis en Chile.

Estudio TB en cárceles en la prensa