Las alergias alimentarias son una hipersensibilidad a ciertos tipos de alimentos y entre las comidas más frecuentes que las pueden producir se encuentran la leche, huevo, soya, frutos secos, maricos y pescados. Las personas pueden ser alérgicas a uno o más de estos alimentos.
“Para hablar de alergias alimentarias hay que diferenciarlas de las intolerancias alimentarias, como por ejemplo la intolerancia a la lactosa como a otros carbohidratos, y se diferencia de la alergia porque no hay un mecanismo alérgico asociado”, señala la doctora Cecilia Poli, directora del Programa de Inmunología Traslacional del Instituto de Innovación en Medicina (ICIM) de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo.
Según indica la especialista, existen dos tipos de enfermedades alimentarias: las que producen una reacción inmediata (mediadas por IgE) y aquellas en las que se produce una reacción más tardía, como dolor abdominal o sangramiento en la zona intestinal.
A diferencia de las alergias respiratorias, las alergias alimentarias no tienen una predilección en una estación del año, pero si tienen una mayor prevalencia en los niños más pequeños. “Son más frecuentes antes del año, sobre todo la alergia a la proteína a la leche de vaca, y tienden a desaparecer a medida que el individuo se hace adulto. Hay algunos alérgenos que tienden a persistir hacia la adultez, como por ejemplo la alergia a los frutos secos y mariscos”, dijo.
¿Cómo tratarlas?
La doctora Poli precisó que hay varios tratamientos para prevenir las alergias alimentarias. Por ejemplo, durante la lactancia recomienda dar una alimentación balanceada y evitar el uso de antibióticos. “Este tipo de factores se ha comprobado que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar una alergia”, apuntó.
Para la especialista, en alergias alimentarias hoy más que prevenir, lo importante es evitar complicaciones, de manera que, si hay una alergia IgM que produce reacciones graves como vómitos, hinchazón de los ojos y boca -generalmente una hora después de la ingesta-, lo más importante es prevenir la ingesta de ese alimento en particular, asegurándose de leer etiquetas, por el contenido de los alimentos y así poder evitar una reacción grave.
¿Por qué el aumento de las alergias alimentarias?
Hay varias teorías para tratar de explicar por qué se ha visto un aumento en la alergia alimentaria tanto en niños como en adultos. “Esto también es producto de los antibióticos que se utilizan en animales, los compuestos que se utilizan para las frutas y en el procesamiento de los alimentos.El porcentaje de afectados es por el conjunto de cosas que hacen las sociedades desarrolladas, en el manejo de alimentos, que han ido haciendo que estas alergias sean más prevalentes, además de la susceptibilidad genética de cada individuo a desarrollar una alergia”, explicó Poli.
Relación con otras alergias
La alergia alimentaria se asocia mucho a otras alergias, principalmente en el periodo del lactante a la dermatitis atópica. “Es bastante frecuente ver la sucesión entre éstas. Hay complicaciones de las alergias alimentarias, que también pueden manifestarse como cosas aparte, como por ejemplo la alteración del esófago. Esto también es una manifestación de la enfermedad alérgica”, mencionó Poli.
La alergia alimentaria también es más frecuente en aquellas personas que tienen rinitis alérgica, y que todo esto pueda conllevar a que los más pequeños padezcan, por ejemplo, asma en su vida adulta.
Por último, la doctora advirtió que no se debe sobre diagnosticar ni hacer dietas extremadamente restrictivas. “Hay que tratar de aclarar el diagnóstico y la mejor manera de hacerlo es realizarse una prueba y contraprueba, es decir, suspender los lácteos en el caso de los lactantes, que es el alérgeno más frecuente, por un periodo de una a dos semanas, y luego reintroducir los lácteos de manera de verificar si es que existe alergia”, concluyó Poli.