Un estudio liderado por el Programa de Inmunogenética e Inmunología Traslacional del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Universidad del Desarrollo (UDD) y solicitado por el Ministerio de Salud, evaluó qué tercera dosis de vacuna para el Covid-19 entregaría mayor protección desde el punto de vista de la respuesta inmunológica celular y humoral.
La inmunidad humoral son los anticuerpos secretados por las células del organismo cuando se encuentra frente a un antígeno viral o bacteriano, que se quedan en el suero. La inmunidad celular, en tanto, son aquellas células especializadas del sistema inmune que permiten deshacerse de aquellas infectadas, que es donde el virus se reproduce. A su vez, cuenta con una parte ‘de memoria’, que es la que permite recordar al microrganismo frente a una nueva infección y, por lo tanto, montar una respuesta de mayor intensidad y más rápida.
“A esto están orientadas las vacunas, de hecho. No siempre se logran mantener niveles altos de anticuerpos a lo largo del tiempo, pero la inmunidad celular permite una inmunidad de memoria largo plazo que ayuda a que, frente a una infección, esta tenga un curso clínico más leve”, indica Emma Rey, investigadora del ICIM y parte del equipo que realizó este estudio.
En este contexto, la investigación tuvo como objetivo evaluar la respuesta celular específica en diferentes momentos de la vacunación contra el SARS-CoV-2: cuatro meses después de dos dosis de la vacuna CoronaVac y un mes después de una tercera dosis de cualquiera de las tres vacunas que, hasta el momento del estudio, se utilizaban en Chile. El análisis consideró a 49 personas en total, de las cuales cinco no tenían dosis de refuerzo, 11 habían sido reforzados con Astrazeneca, 19 con CoronaVac y 14 con Pfizer.
Los resultados obtenidos por los investigadores demostraron que la inmunidad celular persiste en algunas personas después de cuatro meses de CoronaVac (61,25%), especialmente en los grupos más jóvenes, y que mejora con un refuerzo de cualquier de las tres vacunas.
Sin embargo, se evidenció que el porcentaje de individuos con respuesta celular aumenta con una tercera dosis de Astrazeneca o Pfizer comparada con una de CoronaVac. “Un mes después de una tercera dosis con Astrazeneca o Pfizer, el 90% y 80% de los individuos – respectivamente- mostraron una respuesta inmune celular positiva”, indica la Dra. Cecilia Poli, directora del Programa de Inmunogenética e Inmunología Traslacional del ICIM UDD.
A su vez, se vio que las personas mayores de 60 años que recibieron Astrazeneca como tercera dosis mejoraron su respuesta celular. “Este grupo, aunque tiene respuestas más bajas después de un esquema de vacunación primario, afortunadamente mejora significativamente su respuesta inmune celular después de un refuerzo con esta vacuna, por lo que puede ser una estrategia efectiva para proteger a esta población que se sabe es susceptible al virus”, explica.
La Dra. Poli señala que conocer la respuesta inmune celular específica contra el virus SARS-CoV-2 después de la vacunación es fundamental para determinar la inmunogenicidad a largo plazo de las vacunas y entregar información útil a los tomadores de decisiones que definen los distintos esquemas de vacunación. “Ahora bien, se requiere de más estudios para determinar la inmunidad duradera luego de cuatro dosis para poder implementar mejores estrategias globales de vacunación que puedan garantizar la mayor protección viral”, finaliza.