El estudio IMPACCT-COVID-19-UDD, busca determinar el efecto a largo plazo en la salud física y mental de pacientes que han tenido una estadía en cuidados intensivos (o cuidados críticos) durante la pandemia.
Una estancia en cuidados intensivos puede producir una variedad de deficiencias físicas, como, por ejemplo, pérdida de fuerza muscular, rigidez articular, dolor y fatiga. También se han descrito problemas para dormir, pesadillas recurrentes, lentitud mental, síntomas de ansiedad y depresión, y hasta síntomas de trastorno post traumático. Algunos pacientes se demoran varios años en sentirse mejor, mientras otros no presentan estos problemas.
La pandemia de COVID-19 ha puesto a los sistemas y a los profesionales de la salud bajo estrés. Es una enfermedad nueva de la cual no se conoce mucho y produjo una gran cantidad de pacientes afectados en un espacio de tiempo reducido. Estos factores combinados podrían producir un número mayor de secuelas o que más pacientes presenten estas secuelas.
Al recopilar información sobre la salud física, emocional, y cognitiva de pacientes que han pasado por cuidados intensivos, el estudio IMPACCT COVID-19 le ayudará a los profesionales de salud a identificar qué personas se encuentran en mayor riesgo de sufrir secuelas y cuáles de estas secuelas se deben a estar gravemente enfermo y cuáles se deben a la enfermedad por coronavirus.
