Tanto en la sede de Santiago como en la de Concepción, el pasado mes de julio se dio por iniciado el proceso de autoevaluación de Nutrición y Dietética con miras a la acreditación. Todas las acciones realizadas apuntan a revisar las tareas internas que regulan el desarrollo académico y administrativo de la carrera, con el fin de lograr una certificación de calidad.

Cada una de las etapas tiene como finalidad demostrar que los mecanismos de aseguramiento de la calidad y sus resultados se están implementando al interior de la carrera, lo que apunta a lograr la certificación refrendada por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).
Rinat Ratner y Victoria Halabí, directoras de la carrera en Santiago y Concepción respectivamente, coinciden en que “las expectativas para el proceso de acreditación son muy altas y ambiciosas. Nos sentimos confiadas, ya que desde la creación de la carrera hemos mantenidos altos estándares de calidad en el proceso de formación de nuestros alumnos, siendo rigurosos y consecuentes con nuestra misión”.

Responsabilidad, compromiso social, espíritu crítico y alto nivel de excelencia

“Formar nutricionistas integrales con una sólida base científica, éticos, innovadores, líderes y emprendedores con las competencias para desempeñarse con responsabilidad, compromiso social, espíritu crítico y alto nivel de excelencia, respondiendo a la realidad alimentario nutricional de la población” es la misión de la carrera y, junto a la Visión y Perfil de Egreso, serán piezas fundamentales en este exitoso proceso.
Victoria Halabí agregó, también, que “en la autoevaluación esperamos detectar las necesidades y debilidades existentes y aplicar planes de mejora de calidad con miras a fortalecer la capacidad de gestión de la carrera. Ello permitirá la planificación continua y oportuna de acciones de mejoramiento, seguimiento y control de las mismas”.

Respecto al papel que juegan en este proceso docentes, alumnos, egresados, colaboradores y empleadores, Rinat Ratner enfatizó en que “es fundamental, porque todos ellos aportan una visión crítica de los procesos vivenciados en la carrera, en cada uno de los roles que desempeñan. A partir de ellos podremos generar los planes de mejora para la gestión que día a día reciben nuestros alumnos”.

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