Crear alimentos que no solo nutran el cuerpo, sino también la mente. Esa es la propuesta de B-Japi, marca fundada por Trinidad Lira, alumni de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo. Su emprendimiento se especializa en la producción de barras de cereal, chocolates y granolas fortificadas con ingredientes como vitamina B6 y triptófano, un aminoácido esencial para la producción de neurotransmisores en el cuerpo.
Trinidad Lira relata que su interés por la relación entre la alimentación y el estado de ánimo surgió mientras cursaba 4º Medio, cuando estudiaba para una prueba relacionada con Nutrición y descubrió que ciertos nutrientes influyen en la salud mental. Ya en la universidad, comenzó a desarrollar la idea de una provisión que ayudara a mejorar el bienestar emocional de las personas. Tras titularse el año 2020, realizó diversas pruebas hasta crear una barra nutricional con ingredientes seleccionados para estimular la liberación de serotonina, conocida como el “neurotransmisor de la felicidad”, y melatonina, que mejora la calidad del sueño.
“Antes de llegar al producto final, investigué muchísimo y revisé numerosos estudios hasta lograr un snack ideal para ser consumido a media mañana o a media tarde, para que así, el triptófano no compita contra otras fuentes de proteínas y pueda ingresar al cerebro adecuadamente”, explica la alumni UDD.
“Soy nutricionista, entonces sentía la necesidad de hacer algo saludable, no me imaginaba emprendiendo en otro tipo de mercado. Hoy, la gente ha tomado más conciencia de la comida saludable y es una tendencia que va al alza. Sin embargo, me ha costado hacer entender que la alimentación también tiene que ver con la salud mental porque, en general, esto se relaciona más con el área de la psicología o quizás con tomar algún antidepresivo. Los productos que ofrezco pueden ser un buen complemento”, enfatiza.
Respecto a las ganas de emprender, recuerda que fue algo que siempre tuvo en mente. Ya a los 13 años preparaba alfajores para venderlos en su colegio y estando en la universidad, pudo aprender más gracias a los ramos relacionados al emprendimiento. Una vez terminada la carrera, ingresó a los programas Incuba y Acelera, ambos pertenecientes a la Dirección de Emprendimiento UDD.
“Siempre fui una alumna responsable, así que primero debía terminar la carrera. Después en los talleres, pude aprender cómo hacer un buen discurso para presentar mi producto, además de mejorar ideas de marketing y de cómo vender”, destaca Lira, quien además tiene como socio a su padre, Ignacio, quien es el que se encarga de analizar los números y a estudiar el mercado.
B-Japi comenzó comercializando solo barritas y hoy ofrece una variedad de otros siete productos que incluyen granolas, crema de maní y chocolates.
“El camino de este emprendimiento fue bastante sacrificado, tuve que tener paciencia. Al principio yo era la que hacía los snacks, las facturas y salía a vender. Todo es dinámico y es un rubro que me apasiona, por eso digo que nunca hay que quedarse con problemas, siempre con soluciones”, concluye Trinidad Lira.