Son cuatro los estudiantes de la especialidad de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico que realizaron su internado clínico en el laboratorio Diagnocell del Centro Médica Emsa, en la ciudad de Concepción, luego de una importante gestión llevada a cabo por el coordinador de Campos Clínicos, Rodrigo Sepúlveda.
La carrera de Tecnología Médica de la Universidad del Desarrollo tuvo un importante logro el pasado 2020, marcando otro sello diferenciador en el país, que fue abrir un campo clínico en pandemia, fuera de Santiago, con el objetivo de entregar a los estudiantes de último año la posibilidad de realizar su internado clínico, mientras el país vivía una difícil situación sanitaria.
Se trata del laboratorio Diagnocell del Centro Médico EMSA, ubicado en Concepción, que recibió a cuatro alumnos de la especialidad de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico para cumplieran con este importante requisito para finalizar su carrera, luego de la gestión realizada por el coordinador de Campos Clínicos, Rodrigo Sepúlveda.
Marcela Vergara, Juan Ignacio Tapia, Paula Theoduloz y Julio Videla son los estudiantes que trabajaron entre 1 y 2 meses en Diagnocell, a cargo de la coordinadora Natalia Pradenas, y que pudieron hacer pasantías en las dos áreas de especialización del laboratorio: citología ginecológica y anatomía patológica.
Para ellos esta fue una gran oportunidad y una muy bonita experiencia, pues “nos enseñaron a hacer muchas cosas. Había muchas placas que podíamos ver, muestras citológicas diarias de Paps que debíamos procesar. También pudimos hacer macroscopías, que si bien es más un trabajo de los patólogos, nuestra profesora nos permitió participar, nos fue enseñando, nos dio la oportunidad de mirar, tocar, lo que nos permitió desarrollar más esta habilidad. Sin duda es un plus que tuvimos con respecto a otros campos clínicos”, cuentan Marcela y Juan Ignacio.
Paula, en tanto, agrega que también pudieron participar en la realización de biopsias rápidas, “lo que fue muy emocionante. Poder estar en el momento exacto, sabiendo que la paciente estaba en ese mismo instante con el cirujano, fue una gran oportunidad, pues las biopsias rápidas son decidoras para el diagnóstico y fundamentales para decidir cómo se continúa con el procedimiento”.
Por otro lado, los alumnos destacan al equipo de trabajo del Laboratorio Diagnocell. Julio agradece la gran calidad humana de los profesionales que los recibieron, opinión compartida por Paula, Juan Ignacio y Marcela, quienes resaltan su solidez y la continua disposición para ayudarlos en lo que fuera necesario. “Desde la coordinadora y técnicos, hasta la secretaria, nos apoyaron, nos hicieron ver cómo funciona un buen equipo y se la jugaron por nosotros”, agregan.
En cuanto a la experiencia de salir de Santiago para realizar su internado, los alumnos cuentan que fue muy enriquecedora pues, como señala Julio, “implica un desafío personal, ser independiente y autogestionarse; es crecer como persona, más allá de lo académico”.
Para la carrera, la apertura de este nuevo campo clínico, “es un importante logro de que fue posible gracias al esfuerzo de los estudiantes, lo que genera mucho orgullo entre sus docentes, pues si bien la universidad les dio la facilidad, ellos tuvieron el compromiso para lograrlo. Además, irse fuera de su ciudad, llegar a vivir a un lugar nuevo, con personas con las que no lo haces habitualmente, habla de madurez y de compañerismo.
Sobre su paso por la UDD, los futuros tecnólogos médicos se muestran muy agradecidos. “Pienso que poseemos una ventaja integrativa en la variedad de áreas que pudimos estudiar, que creo que no todos los profesionales poseen”, dice Julio. Marcela, Juan Ignacio y Paula, por su parte, coinciden con su compañero y destacan la relación con sus profesores, su constante disposición y disponibilidad para apoyarlos en su educación y su vocación. “Por ejemplo, en pandemia, tuvimos profesoras que hicieron un internado online, algo que creíamos que era imposible, pero resultó súper bueno y ellas estuvieron con nosotros al 100%, por lo que aprendimos mucho de ellas”, agrega Paula.
Los directivos de Tecnología Médica agradecen que los alumnos perciban esta cercanía, sobre todo en un período tan difícil como el que se ha vivido, puesto que se establecen relaciones personales que van más allá de lo académico. En este contexto, los docentes buscan instancias para estar con ellos, que destaquen, que puedan hablar y comunicarse, y que sean como profesionales personas integrales que puedan desenvolverse en la sociedad y enfrentar situaciones difíciles y desafiantes como lo vivido.