


La carrera de Tecnología Médica de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo (UDD) demostró una vez más su compromiso con la responsabilidad pública, la empatía y la formación integral en los desafíos de Semana i 2025. Desde la humanización del entorno universitario hasta la promoción de la donación de sangre y la alegría compartida con niños en tratamiento oncológico, las 3 iniciativas asumieron el compromiso de poner sus conocimientos al servicio de los demás.
En “Humanizar lo cotidiano: desde una ética del autocuidado”, los estudiantes reflexionaron sobre la importancia de cultivar el bienestar personal y colectivo. A través de prácticas de mindfulness, somática y terapia de sonido, aprendieron a reconocer la dignidad del otro y a transformar la vida universitaria en un espacio más empático y consciente. “Me enorgullece ver a los estudiantes tan comprometidos y vivenciando con mayor profundidad su aprendizaje, a un nivel más allá del mental. Las semillas sembradas dieron frutos maravillosos e inspiradores”, destacó la profesora Pilar Cerda, emocionada por ver a sus estudiantes vivenciando la humanización como una práctica concreta.
Por su parte, el desafío “30 minutos, 4 vidas: donar sangre es donar vida” llevó la formación en salud más allá del aula, al impulsar una campaña de educación y colecta de sangre junto a Clínica Alemana. Guiados por los docentes Sebastián Rojas y Pamela Iglesias, los estudiantes derribaron mitos, promovieron la donación altruista y experimentaron el impacto real de sus acciones. “Fue muy gratificante verlos donar por primera vez, comprendiendo que su gesto puede salvar vidas”, afirmaron los profesores.
Finalmente, en “Únete al Desayuno de las Tías: energía y juegos para niños valientes”, la carrera se sumó a una iniciativa profundamente humana en el Hospital Sótero del Río. Los estudiantes, de múltiples carreras, organizaron una fiesta de Halloween para niños con cáncer, combinando creatividad, cariño y trabajo en equipo. “Los niños fueron felices, nos llenaron de abrazos y sonrisas que son la mejor calificación que nos podían entregar”, compartieron emocionados los docentes Robinson Arias e Isidora Pérez.








