Hero Image

Noticias

Investigadores UDD y U. de Chile estudiarán efecto terapéutico de células madre mesenquimáticas en neonatos de madres adictas a los opioides

Investigadores de la Universidad del Desarrollo (UDD) y la Universidad de Chile comenzarán a estudiar en modelos animales los efectos terapéuticos de las células madre mesenquimáticas en los hijos de madres adictas a los opioides, quienes sufren diversas consecuencias cerebrales y neuronales producto de su exposición prolongada a esta sustancia mientras se encontraban en el útero materno.

Los opioides son potentes analgésicos utilizados para el manejo del dolor. Sin embargo, su uso tambien genera una sensación de euforia, por lo que tienen gran potencial adictivo.  Datos actuales muestran que su uso no médico ha aumentado drásticamente en las últimas dos décadas y se estima que hay más de 19 millones de personas dependientes de opioides a nivel mundial y las muertes reportadas anualmente llegan a las 120 mil.

De estas cifras, un tercio de los adictos a estas sustancias son mujeres en edad reproductiva, lo que se traduce en un número sin precedentes de neonatos nacidos de madres dependientes a opioides. La abstinencia estricta está fuertemente desaconsejada para estas ellas, ya que la desintoxicación durante el embarazo se asocia a altas tasas de recaída y a posibilidades de una sobredosis fatal. Por lo tanto, la única terapia disponible para estas mujeres consiste en reemplazar el opioide consumido como el fentanilo, morfina o tramadol por otro opioide más seguro, como la metadona.

Sin embargo, la evidencia muestra que todos los opioides, incluyendo la metadona, cruzan la placenta fácilmente, exponiendo al cerebro del feto en desarrollo a altas concentraciones de esta sustancia. Estudios en animales y humanos han demostrado que la exposición a opioides in utero, incluida la metadona, conlleva no sólo a una severa neuroinflamación en estos recién nacidos, sino también a deterioros cognitivos y conductuales significativos a largo plazo, lo que reduce la capacidad de aprendizaje, memoria y el aumento de ansiedad, fenónemos que pueden ser fácilmente evidenciados en la etapa escolar.

Prometedora línea de investigación: uso de células madre en el tratamiento de adicciones

Fernando Ezquer, subdirector del Centro de Medicina Regenerativa del ICIM e investigador principal del proyecto.

Un grupo de investigadores de la UDD y de la U. de Chile han liderado desde hace algunos años diversos y promisorios estudios sobre el rol terapéutico que pueden tener las células madre en el consumo abusivo de distintas sustancias, abordando así una pesada carga para los sistemas de salud, para los individuos y las comunidades.

El equipo está conformado por los investigadores Fernando Ezquer, Marcelo Ezquer, Pablo Berríos, Daniela Santapau y Javiera Gallardo, del Centro de Medicina Regenerativa del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la UDD; y los investigadores Paola Morales, María Elena Quintanilla, Yedy Israel y Mario Herrera-Marschitz, de la U. de Chile.

Este grupo comprobó, en diversos modelos, que el uso de secretoma (proteínas secretadas por estas células) tienen un potente efecto en la reducción de la inflamación cerebral producida por el consumo prolongado y voluntario de distintas drogas de abuso, incluido el alcohol, nicotina y morfina. A su vez, determinaron que este biofármaco no sólo disminuye la neuroinflamación, sino que también combate la muerte neuronal causada por las adicciones.

Por esta razón, y una vez que comprobaron el potencial terapéutico de las células madre para abordar la neuroinflamación, perfeccionaron la técnica con el fin mejorar la terapia. Así, lograron desarrollar un spray nasal de fácil aplicación con un efecto a nivel cerebral con efectividad en diversas adicciones; es decir, se estaría contando pro primera vez y a nivel mundial con un tratamiento para la poli-adicción, cuya efectividad se evaluó en diferentes modelos animales.

Hoy, con la reciente adjudicación de un proyecto Fondecyt Regular (marzo de 2024), los investigadores continuarán sus estudios en esta línea, centrándose en esta ocasión en el uso de este biofármaco en los neonatos de madres adictas a los opioides, con el fin de disminuir los efectos de la exposición continua a la metadona como terapia de reemplazo durante el embarazo.

“Nuestro objetivo es determinar, a través de un modelo animal, si la administración intranasal de este derivado de células madre mesenquimáticas humanas en ratas expuestas a metadona en el útero, reduce los deterioros cognitivos y conductuales durante la edad prepuberal, junto con disminuir la neuroinflamación, la muerte neuronal y aumentar la neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas), procesos que se han visto alterados por la exposición a opioides”, explica Fernando Ezquer, subdirector del Centro de Medicina Regenerativa del ICIM e investigador principal de este proyecto.

Los científicos postulan que, dada la capacidad “multi-blanco” del secretoma derivado de células madre mesenquimáticas para reducir simultáneamente la neuroinflamación, mejorar la mielinización, reducir la muerte neuronal y restaurar el nicho neurogénico, su administración intranasal no invasiva a ratas neonatales expuestas a metadona in útero, llevará a una reducción significativa de los deterioros cognitivos y conductuales a largo plazo.

A su vez, no sólo permitiría reducir los efectos a futuro, sino también aplicar una suerte de terapia al momento del nacimiento, puesto que se ha observado en estos niños presentan las mismas consecuencias que una persona cuando es privada de un momento a otro de la droga. “Se ha visto que los neonatos sufren el mismo síndrome de privación que los adictos cuando dejan de consumir de golpe, por lo que podría usarse también en ese momento, para reducir los efectos de la abstinencia”, agrega Ezquer.

De este modo, el investigador del ICIM-UDD concluye que esta investigación puede tener un gran impacto en los sistemas de salud mundial para hacer frente a las preocupantes cifras de adicción a los opioides que se ven en la actualidad.  “Los datos preclínicos generados en este proyecto pueden tener valor traslacional en la reducción de un problema de salud pública a largo plazo relacionado con el consumo de opioides que afecta a niños, mejorando su calidad de vida y cortando el ciclo de vulnerabilidad al que han estado expuestos”, finaliza.