Su objetivo es caracterizar los casos confirmados en Chile durante el 2012 y el primer trimestre de 2013, además de determinar los factores de riesgo asociados a la presentación de la enfermedad.
El Centro de de Epidemiología y Políticas de Salud (CEPS) de la Facultad de Medicina CAS-UDD ganó un llamado a licitación del Ministerio de Salud para desarrollar el estudio “Factores de riesgo y perfil clínico y sociodemográfico de los casos de enfermedad meningocóccica (EM) confirmados durante el año 2012 y el primer trimestre del año 2013 en Chile”.
El objetivo de la investigación es hacer una caracterización clínica y sociodemográfica de los casos confirmados en Chile durante ese período de tiempo, además de determinar los factores de riesgo asociados a la presentación de la enfermedad.
La propuesta hecha por el CEPS-UDD es un diseño de estudio epidemiológico analítico observacional de casos, entre los cuales se selecciona la población a analizar de acuerdo a la presencia o ausencia de una enfermedad o evento que, para este estudio, será haber sido notificado de enfermedad meningocóccica (casos) o no haberlo sido (controles).
En ambos grupos se estudiará la exposición en el pasado a variables que pueden constituir factores de riesgo.
Según explica la doctora Andrea Olea, docente e investigadora del CEPS-UDD, “este tipo de diseño es apropiado para estudiar problemas de salud poco frecuentes y resulta eficiente para explorar los distintos factores de riesgo que pueden estar asociados a la EM”.
En su desarrollo, la propuesta contempla la aplicación de cuestionarios elaborados previa revisión bibliográfica y consulta a expertos. A su vez, se deberá contar con la firma de consentimiento informado de los participantes.
En este contexto, la doctora Olea cuenta que “este proyecto resguardará todos los aspectos éticos para el desarrollo de investigación con seres humanos y ya ha sido aprobado por el Comité de Ética de la UDD”.
Por otro lado, de los 150 casos ocurridos desde enero de 2012 hasta marzo de 2013, también se realizará un estudio entre los pacientes que fallecieron y aquellos que mejoraron.
“Queremos ver qué diferencia hubo entre los que murieron y los que no. Consultaron tarde, los diagnosticaron mal al comienzo, los trataron de manera distinta o aparecieron con una enfermedad mucho más fulminante. No sabemos por qué 40 murieron y 110 se salvaron, y eso es lo que queremos averiguar”, explica la doctora Olea.
El estudio debe realizarse en un plazo de 5 meses y la entrega del primer informe está contemplada para fines del mes de julio.