Los doctores Maximiliano Giraud y Marcelo Ezquer del Instituto de Ciencias buscan evaluar su acción en una etapa temprana de la enfermedad y no cuando el daño en el riñón ya está establecido.
Evaluar el posible rol de las células madre mesenquimáticas en la nefropatía diabética, es el objetivo del estudio que está llevando a cabo el doctor Maximiliano Giraud en conjunto con Marcelo Ezquer del Instituto de Ciencias de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo.
Según explica el doctor Giraud, la nefropatía se produce cuando el riñón comienza a fallar como consecuencia de las alteraciones fisiopatológicas que produce la diabetes, lo que puede terminar en una insuficiencia renal y, por ende, en la necesidad de realizar un trasplante en los pacientes que alcanzan este estado avanzado de la enfermedad.
De este modo, la idea principal es evaluar la función que pueden tener estas células en una etapa temprana de la enfermedad y no cuando el daño ya está establecido, y poder proponer nuevas posibilidades terapéuticas.
“Queremos ayudar al paciente a no llegar a una instancia de insuficiencia renal terminal y encontrar alguna forma de alargar el tiempo de vida de ese riñón o, directamente, hacer desaparecer esa complicación”, comenta el investigador.
Anteriormente, el doctor Marcelo Ezquer estudió la nefropatía diabética a través de distintos modelos experimentales y con células madre mesenquimáticas, llegando a la conclusión que éstas tienen un efecto reno-protector, “pero no es tan claro que su efecto sea mejorando los cambios inducidos por la enfermedad”, explicó Giraud.
Sin embargo, este estudio se realizó en fases tardías de la enfermedad, por lo que “ahora queremos ver su rol en una etapa anterior”, agregó.
Maximiliano Giraud es médico y tiene dos doctorados, uno en Medicina y otro en Ciencias Biológicas. Había trabajado previamente en Argentina en otras áreas de la ciencia –por ejemplo con estrés oxidativo y tóxicos ambientales– pero es primera vez que ahondará en el estudio de células madre, por lo que para él “es un gran desafío y una linda experiencia”.
El estudio tiene una duración de dos años y se enmarca en el Fondecyt Postdoctorado adjudicado por los investigadores, fondo que busca estimular la productividad y liderazgo científico de profesionales con grado académico de Doctor, a través de la realización de proyectos que les permitan insertarse en grupos de investigación consolidados.