Los alumnos de segundo año buscan reemplazar el actual carnet de paciente adulto, comenzando con un plan piloto en el centro de salud de la comuna de La Granja.
Una renovación total en el actual carnet de paciente adulto en el Consultorio La Granja es el objetivo del innovador proyecto en salud que impulsaron cinco alumnos de segundo año de la carrera de Medicina.
Se trata de un trabajo que busca mejorar la atención mediante una reestructuración de este documento que todos los consultorios en Chile deben tener, pero que de acuerdo a investigaciones hechas por los propios estudiantes, no funciona de la manera esperada. Es más, no cumple con funciones básicas de la atención en salud orientadas a la educación y prevención.
Según cuenta Paula Pastor, una de las alumnas impulsoras de este proyecto, “mientras investigábamos vimos que en Chile uno de los grandes problemas en salud es la falta de educación entre los pacientes. Ellos no conocen cuál es su enfermedad, de qué se trata ni para qué sirven sus remedios. Detectamos muchos problemas, pero nos dimos cuenta que la educación es el inicio de esta cadena”.
En esta recopilación de datos se encontraron con el carnet y vieron en él un potencial. Hasta hoy, esta herramienta se había transformado en un documento que servía sólo para el registro de atenciones médicas y retiro de medicamentos que se deben consumir.
Los estudiantes cuentan que esta situación había sido regulada sólo para la población pediátrica y en adultos mayores, “pero las personas entre 18 y 65 años, el grupo mayoritario de gente, quedó en manos de nadie y a ellos queremos rescatar para hacer de su plan de salud algo mucho mejor”.
De este modo, decidieron darle un vuelco y comenzar a emplearlo como una herramienta integral que contenga toda la información que un paciente debe saber: causas de su enfermedad, en caso que no la tenga formas de prevención, indicaciones y consejos entregados por el médico, registros de horas, medicamentos, etc.
“El carnet actual no es concordante con el modelo planteado hoy en día, que es el de atención integral de salud, donde el centro es el paciente. Entonces, con este carnet, queremos que las personas tengan una fuente de acceso confiable, que puedan llegar a la información cada vez que lo necesitan y la comprendan bien”, cuenta Masiel Albornoz, otra de las estudiantes a cargo de esta innovación en salud.
Implementación del nuevo carnet
Para la implementación de este proyecto, los estudiantes rescataron la información que tenían los carnets de diversas comunas para crear un prototipo, el cual fue testeado entre pacientes y personal de salud del consultorio La Granja.
Una vez listo en cuanto a diseño e impresión, además de contar con la autorización de los directivos del centro de salud, fue llevado al Consultorio el 28 de octubre y entregado a algunos pacientes, quienes lo utilizarán durante un mes.
Para medir el impacto, el grupo de estudiantes realizará a los pacientes una prueba de conocimientos básicos acerca de su enfermedad y sobre el uso del carnet, la cual será contrastada con la misma medición hecha al inicio del piloto. Los resultados se entregarán en la jornada final de la Unidad de Investigación, curso de segundo año de Medicina, para el cual fue impulsado el proyecto.
Luego de esto, los alumnos tienen la idea de escalar el proyecto y evaluar la posibilidad de trabajar en conjunto con el Consultorio “para ver si es factible implementarlo de manera más amplia”, cuentan.
“Queremos llegar lejos con nuestro proyecto”
Masiel Albornoz, Valentina Belmar, Sofia Coria, Pablo Jochava y Paula Pastor quieren que este proyecto se transforme en algo grande. “Pretendemos llegar lejos con esto y estamos dispuestos a seguir. Más allá de que es nuestro producto, lo que más nos interesa es que vemos que existe una necesidad que nosotros podemos solucionar”, enfatizan.
Esta idea es compartida por el personal de salud y los pacientes. La enfermera jefe de Cardiología del consultorio, Javiera Gutiérrez, cuenta que “nosotros hace tiempo teníamos ganas de solucionar el problema, pero no teníamos ni tiempo ni autorización, por lo que trabajar con estos alumnos ha sido la oportunidad de alcanzar por fin esa meta”.
A su vez, algunos pacientes manifestaron su agradecimiento, destacando la idea y las mejoras que fueron implementadas en este prototipo.