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Internos de Medicina realizan campaña de ayuda en Copiapó

Fueron ocho los estudiantes que visitaron la zona afectada por la catástrofe climática ocurrida en el norte de Chile. Entre las actividades realizadas por el grupo destacan atenciones médicas y diagnósticos en terreno, inventarios de insumos y medicamentos, turnos en el hospital local y la visita a albergues y un hogar de ancianos.

Un grupo de ocho internos de Medicina CAS-UDD visitó Copiapó en el mes de abril, en el marco de la catástrofe climática que afectó al norte de nuestro país.

Con el apoyo y supervisión de la Clínica Atacama (III región), los internos realizaron distintas actividades médicas y de ayuda, orientadas a suplir las necesidades médicas y de salud de la población de la zona afectada.

En este contexto, se efectuaron atenciones pediátricas y adultas en diversas locaciones y se aplicaron vacunas; se realizaron inventarios de medicamentos e insumos; los alumnos hicieron un turno en el Hospital de Copiapó, donde se atendió a cerca de 40 pacientes de urgencia; se visitó un asilo de ancianos y algunos albergues para supervisar el estado de salud las personas, entre otras actividades médicas de relevancia.

La coordinación de la campaña estuvo a cargo de los alumnos de Medicina Josefina Opazo, de séptimo año; Francisca Bosch y Daniela Aguiló, de quinto; y Roberto Appelgrel, de tercero.

En tanto, los internos que viajaron a Copiapó fueron Fernanda Blaskovic, María José Guzmán, Iván Ramírez, Pablo Ruiz, Simón De La Maza, Josefina Opazo, María Fernanda Silva, Pia Stefano.

Todos ellos contaron con el apoyo de la doctora Javiera Flaño, ex alumna de Medicina de la UDD, quien ayudó a los estudiantes a realizar diversas intervenciones.

Según cuenta Francisca Bosch, una de las impulsoras de la iniciativa, “cuando vimos lo que estaba pasando encontramos que algo teníamos que hacer como estudiantes de Medicina”. Por esta razón, una vez que pudieron concretar la idea y contaron con el apoyo de la Clínica Atacama, “no pudimos más de la felicidad, pues no podíamos partir a tontas y a locas sin tener un lugar donde los internos no fueran un estorbo, sino más bien una ayuda”.