Se trata de Fernando Ezquer, del Centro de Medicina Regenerativa, quien está finalizando su proyecto Fondecyt Regular con interesantes hallazgos sobre el uso de células troncales mesenquimáticas para combatir esta complicación asociada a la diabetes.
Una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes es la retinopatía. Es más, cerca del 90% de los pacientes diabéticos padecen esta complicación que, además, es la principal causa de ceguera no accidental en el mundo.
En este contexto, y siguiendo con su principal línea de investigación – orientada al estudio de la diabetes y a la administración de células troncales mesenquimáticas en las distintas complicaciones que presenta esta enfermedad- el investigador del Centro de Medicina Regenerativa de la Facultad de Medicina CAS-UDD, Fernando Ezquer, se encuentra en la etapa final de un Fondecyt Regular, cuyo objetivo era evaluar si la estas células podían prevenir la retinopatía diabética.
La retinopatía tiene dos etapas. Una donde se mueren neuronas – que son las encargadas de transmitir el impulso que se genera con la luz al cerebro- y otra donde crecen los vasos sanguíneos. La persona generalmente queda ciega porque esos vasos obstaculizan la visión, ya que empiezan a sangrar.
Actualmente, no existe un tratamiento para la retinopatía en sus inicios, sino que hay terapias que se aplican en estadíos mucho más avanzados, “cuando el ojo ya está prácticamente destruido, por lo que tienden a ser muy invasivos”.
De este modo, y según cuenta Fernando Ezquer, lo que él y su equipo quisieron fue llegar a una terapia para combatir la condición en una etapa anterior.
Para esto, se inyectaron células en el ojo directamente, situación que no es usual, ya que estas células son normalmente administradas sistemáticamente, ya que tienen la capacidad de ir a todos los órganos. Sin embargo, esto no sucede en el ojo, ya que hay una barrera que impide que cualquier cosa circule hacia su interior.
Una vez que inyectaron las células lo hicieron con una pregunta específica: “¿qué es lo que hacen? ¿Se integran en la retina, previniendo la muerte de las células, porque se diferencian de las células neuronales y las reemplazan, o están haciendo otra cosa?”, cuenta el investigador.
La respuesta fue que éstas no se diferencian. La célula se mantiene en el ojo y secreta factores protectores y de sobrevida para estas neuronas que se estaban muriendo. “En palabras simples, dejaban de morir, por lo que estamos previniendo el avance de la enfermedad, preservando la vida de las neuronas que ahí estaban”.
Con estos resultados, la etapa posterior es ver la posibilidad de realizar un estudio clínico en pacientes que tengan retinopatía recientemente diagnosticada, de manera de continuar avanzando en distintos tratamientos que combatan las enfermedades a la diabetes.