El desafío para erradicar la enfermedad en nuestro país es garantizar la cobertura sanitaria universal, específicamente en las poblaciones privadas de libertad e inmigrantes.
Con motivo del día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemora el jueves 24 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide a los gobiernos, comunidades, la sociedad civil y el sector privado, que actúen “Unidos para poner fin a la tuberculosis”.
De acuerdo a cifras entregadas por la entidad, cada año se producen 1,5 millones de muertes relacionadas a esta enfermedad, convirtiéndose en una de las más letales del mundo. Es más, se ha transformado en una amenaza para el desarrollo y la seguridad sanitaria mundial, por lo que el diálogo y el trabajo en conjunto se hacen fundamental para erradicarla
Esto, contribuye además a la eliminación de la pobreza, la cobertura sanitaria universal, la salud materna e infantil, la protección social y la justica.
En este contexto, la doctora Ximena Aguilera, directora del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo – equipo multidisciplinario que se ha dedicado a estudiar esta enfermedad en poblaciones específicas -, explica que lo central del llamado que hace la OMS y el gran desafío para nuestro país es garantizar la cobertura sanitaria universal, específicamente en las poblaciones privadas de libertad e inmigrantes.
“Hemos observado que uno de los problemas se da en los recintos carcelarios, donde existen verdaderas barreras para acceder a la cobertura sanitaria”, explica la doctora. Agrega, además, que si bien las autoridades de Gendarmería y el Minsal han iniciado un trabajo en esta área, persiste el problema, “que ha sido uno de los inconvenientes en nuestro país para poner fin a la tuberculosis”.
Por otro lado, otro de los problemas se da con las poblaciones migrantes, línea de investigación del Equipo de Estudios Sociales en Salud de la Universidad del Desarrollo.
En este caso, “también es relevante garantizar el acceso al sistema sanitario y un diagnóstico oportuno, independiente de la condición en que estas poblaciones estén, ya que la estrategia de control de la tuberculosis consiste en diagnosticar y entregar tratamiento a tiempo. De ese modo se corta la cadena de transmisión, pues se ataca el reservorio, que son los pacientes infectantes”, explica la doctora Aguilera.
Datos entregados por el Ministerio de Salud en 2015, señalan que hasta el año 2014 se mantenía la incidencia de 13 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. Es decir, y de acuerdo a lo que plantea la doctora Aguilera, “no hemos podido bajar la cifra. Ésta sigue estable”. A su vez, se calcula que el número de casos al año está alrededor de los dos mil y que las muertes, el año 2012, fueron cercanas a las 270.