Fernando Chagra tuvo la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos médicos e intercambiar experiencias de vida con estudiantes y docentes del Hospital San Juan de Dios en San José, Costa Rica. “Puedo decir, con certeza, que me volví a re encantar con mi carrera”, señala.
El estudiante de cuarto año de la carrera de Medicina de la Facultad de Medicina CAS-UDD, Fernando Chagra, realizó un intercambio en el Hospital San Juan de Dios en la ciudad de San José, capital de Costa Rica, con el fin de adquirir nuevos conocimientos en el área práctica clínica y conocer experiencias en diversos ámbitos. Esto, a través del programa International Federation of Medical Students’ Associations (IFMSA).
Realizar este intercambio durante un mes significó para Chagra un gran desafío a nivel profesional, ya que debió poner en práctica sus conocimientos. “No me sentía como un alumno más que va de intercambio y se queda mirando cómo los doctores trabajan. Acá trabajábamos todos en conjunto y podíamos poner las ‘manos en la masa’… esa parte me impactó bastante, el poder relacionarme directamente con el paciente, es una sensación difícil de explicar pero realmente fascinante”, dice el futuro médico.
Para Chagra viajar a Costa Rica fue llegar a un lugar muy particular y le llamó la atención la forma de trabajar y que existieran sólo cinco subespecialidades. “Allá el cirujano general hacía prácticamente todo. Me tocó ver operaciones de cabeza y cuello, tórax y participar directamente con los doctores de una ritidectomía, colecistectomía y de varias hernias. Hubo dos operaciones que me impactaron mucho, una colecistectomía laparoscópica y otra de tiroidectomía, donde la paciente estaba muy complicada”, cuenta.
Cuenta que en su segunda semana le tocó ver pacientes que llegaban a la consulta del doctor, donde le llamó la atención el trato y la cercanía entre profesional y paciente. “Los pacientes llegaban, esperaban su turno –que no duraban más de quince minutos- y el doctor tenía una empatía con el paciente totalmente admirable. Creo que ese contacto me lo logró transmitir al cien por ciento…. Debo admitir que le tomé una gran admiración y me dejó una gran enseñanza”.
Su estadía en la ciudad de San José no fue sólo atender pacientes y estar las 24 horas en el Hospital. La organización IFMSA les preparaba un plan social para los fines de semana, donde les organizaban distintos paseos para que conocieran lugares atractivos de la cuidad. “Los viajes eran largos, ya que en Costa Rica hay bastantes montañas. Paseamos por volcanes, recorrimos parques nacionales y qué decir de las playas, eran deslumbrantes”.
Una de las cosas que más resalta – sin contar la mágica experiencia de poder tener contacto directo con el paciente- es la familia con quien le tocó pasar su estadía. “Tuve la suerte de que me tocara una familia que me acogió de una manera increíble, me sentí como en casa. Me llevé la sorpresa que a ellos les encanta recibir gente de otras culturas, no podía creer que habían recibido a más de cuarenta extranjeros de distintos lugares del mundo”, señala entre risas.
Finalmente, resume lo que fue para él realizar este viaje “me sentí libre en todo momento, tuve la valentía para enfrentar a los pacientes sin temor o miedo a equivocarme, logré esa cercanía que tanto me gusta…. Puedo decir con certeza que me volví a re encantar con mi carrera”.