Hace algunos meses, el doctor Ricardo Ronco pasó de ser jefe de la UCI Pediátrica de Clínica Alemana y vicedecano de Desarrollo, a convertirse en la máxima autoridad de nuestra Facultad. ¿Su desafío?: posicionarnos en la vanguardia de la aplicación de la Ciencia para los problemas de salud en Chile, potenciando las áreas de pregrado, investigación y postgrado.
De evidente y directa ascendencia italiana -por parte de padre y madre-, el doctor Ricardo Ronco Machiavello no habla una palabra de aquel idioma. Si bien en algún momento las “presiones familiares” y las tentaciones de empaparse en su cultura empujaron a que el doctor tomara algunos cursos, los resultados no fueron los esperados… “nadie puede decir que no lo intenté, traté de memorizar las palabras, las entonaciones, pero qualcosa su di me”, confiesa entre risas.
Lo que nadie puede dudar y que sí es característica de los tanos, es que heredó la voz fuerte y ronca (en honor a su apellido), además de la evidente pasión para hacer las cosas.
Médico cirujano de la Universidad de Chile, el doctor Ronco siempre supo hacia donde quería orientar su carrera. Apenas terminó su especialidad en Pediatría se fue a Birmingham, Alabama (Estados Unidos), a cursar su beca de Cuidados Intensivos Pediátricos. En ese mismo período, conoció a Francisca, una profesora de música con quien se casó durante su séptimo año y con quien tuvo cinco hijos; dos de ellos nacidos en el extranjero debido a las “incursiones internacionales” que cada cierto tiempo emprendió.
“Una de las cosas que más me gusta es la música. Si bien no tengo muchas aptitudes para practicarla, disfruto mucho escuchando música clásica, aunque también me atraen los sonidos contemporáneos como Elton John, Joan Manuel Serrat y los Rolling Stones. Este último no lo alcancé a ir a ver y ¡vaya que me arrepiento!”, señaló el doctor Ronco.
Cuando regresó al país luego de su especialización, se hizo cargo de la UCI del hospital de la Universidad Católica, implementando la primera beca de cuidados intensivos de Chile. Ya para 2003, asumió la jefatura de la UCI de Clínica Alemana y arribó a la Facultad de Medicina CAS-UDD como vicedecano de Desarrollo y Educación Continua.
En este último cargo fue responsable de poner en marcha la Oficina de Desarrollo Educacional (actual CDE) para profesionalizar la docencia y, paralelamente, cursó una beca FAIMER en Educación Médica, que lo llevó a viajar dos meses en el año a Filadelfia, Estados Unidos, donde se elaboraba un mini proyecto de cambio curricular tutorizado por los profesores de la FAIMER.
En sus ratos libres, prefiere la variedad, por lo que no tiene casa en la playa ni otra propiedad fija que visitar en sus vacaciones. “Siempre vamos variando, pero el común denominador es la naturaleza, ese es el leiv motiv de nuestros paseos”, señaló, junto con manifestar otros intereses como la lectura de novelas históricas y hacer trekking por algunos senderos de Santiago en compañía de Alberto (11), el único hombre de sus hijos.
No fue hasta mediados de 2015 que asumió el desafío de ser la cabeza de la Facultad de Medicina. La tarea no ha sido fácil, sobre todo si se involucran siete carreras de la Salud, los diversos programas de postgrado y educación continua, y los centros de investigación agrupados en el ICIM, por mencionar algunos.
“Mi objetivo como decano es posicionar a la Facultad en la vanguardia de la aplicación de la Ciencia para aportar soluciones a los problemas de Salud en Chile, potenciando las áreas de pregrado, investigación y postgrado”, concluyó el doctor Ronco.