Con el objetivo de ayudar a los niños palestinos que padecen malformaciones o graves enfermedades, tres médicos chilenos y un argentino, junto a dos arsenaleros, viajaron a Medio Oriente para realizar 80 intervenciones quirúrgicas.
Por quinto año consecutivo, el doctor Renato Acuña, docente de la carrera de Medicina de la Universidad del Desarrollo, participó en un operativo de Salud de la Fundación Palestine Children’s Relief, que se llevó a cabo en Hebrón y la Franja de Gaza durante dos semanas.
El equipo voluntario, liderado por el doctor José Antonio Sepúlveda, estuvo compuesto por el anestesista Gonzalo Campos, los arsenaleros Gabriel Freire y José Luis Fuentes (de Punta Arenas) y el urólogo Javier Lerena (de Río Gallego, Argentina), quienes junto al doctor Acuña realizaron 80 cirugías infantiles.
Los profesionales realizaron un screening en 100-150 pacientes y evaluaron a cuáles podían operar. Hicieron tablas quirúrgicas y se dividieron en dos grupos de trabajo. El primero trató malformaciones urológicas como hipospadia, reflujo vesicoureteral, repararon fístulas uretrales y heminefrectomias, y estenosis en los laterales. Mientras que el equipo quirúgico realizó cirugías complejas abdominales o torácicas pelvianas y cervicales; operaron quistes tirogloso, lobectomías pulmonares, quistes colédocos, pinzas mesentéricas y malformaciones anorectales.
“Participar en estos operativos es reencontrarme con mi vocación de servicio y de ayuda a los niños; es como yo me enriquezco. Para los palestinos representa que gente con muy buen nivel solucione problemas serios, que están instalados en la zona, probablemente por la endogamia. Y, para los médicos de allá, es una instancia para aprender técnicas quirúrgicas que -por el aislamiento en que están- quedan fuera de su alcance”, comentó el doctor Acuña.
Sobre su rutina, el encargado de Anatomía de Medicina UDD señaló que a las 07.00 horas una ambulancia los pasaba a buscar y, luego de una hora de viaje, comenzaban a operar. Allí trabajaban con médicos locales que hablaban, en su mayoría, árabe e inglés, pero se encontraron con algunos profesionales que habían estudiado en Cuba y Venezuela y que manejaban español; esto permitió facilitar la comunicación sin una doble traducción. La jornada concluía a las 18.00 horas, cuando los recogían del hospital para llevarlos de vuelta al hotel.
Por su parte, en sus días libres, aprovecharon de visitar Jerusalén y recorrer Hebrón, donde conocieron el segundo templo en importancia para la comunidad judía y musulmana, el “templo de los patriarcas”, en el que están las tumbas de Abraham, Isaac y Jacob.
“Las misiones chilenas están súper bien consideradas, porque trabajamos mucho, tenemos muy buen nivel y pedimos pocas cosas: si nosotros entramos a pabellón y no encontramos algo, lo solucionamos. La misión estadounidense que llegó antes que nosotros operó seis niños en tres días, mientras que nosotros operamos 80 en 10 jornadas”, concluyó el doctor Acuña, quien también destacó la gratitud que sienten los palestinos por estas intervenciones que mejoran la calidad de vida de los más pequeños.