Estudios de la Universidad del Desarrollo y de la Universidad de Chile establecieron que células madre del tejido adiposo y de la médula ósea disminuyen hasta un 85% el consumo crónico de alcohol, debido a sus propiedades antinflamatorias.
Estudios conjuntos de la Universidad del Desarrollo y de la Universidad de Chile determinaron que la administración de células madre evitan el consumo excesivo de alcohol. Son ocho científicos de ambas instituciones los que abordaron este problema, centrándose específicamente en lo que sucede en el cerebro de una persona expuesta a una ingesta prolongada de esta droga.
Los especialistas a cargo de esta investigación, cuentan que un alcohólico en rehabilitación, al probar tan sólo unas gotas de su trago favorito, describe el efecto en su boca como una compulsión de consumirlo hasta estar totalmente embriagado.
El científico ruso Ivan Pavlov, en uno de sus estudios, observó que cuando a un perro se le presentaba un trozo de carne incrementaba el flujo de saliva. Posteriormente, hacía sonar una campana cada vez que le presentaba un trozo de carne. Luego, y después de repetidas veces, determinó que el perro segregaba abundante saliva con sólo escuchar el sonido de la campana, aunque no se le ofreciera ningún alimento. Esto, hoy en día, se denomina “efecto condicionado”: el cerebro del perro reconoce el sonido como un aviso de que viene su comida y libera mensajes eléctricos para preparase a digerirla.
En un alcohólico sucede algo similar. La memoria visual, el gusto o el olor pueden generar este condicionado, produciendo un efecto cerebral muy parecido al que se obtiene al consumir la droga, ya que se estimula la liberación de dopamina cerebral, que indica que sigue un evento importante que lleva impulsos eléctricos a la corteza cerebral, para que esta comande las acciones que siguen, explican Yedy Israel, investigador de la Universidad de Chile-ICBM y Fernando Ezquer, del Centro de Medicina Regenerativa de la Facultad de Medicina CAS-UDD.
A su vez, se ha propuesto que las áreas prefrontales del cerebro de un alcohólico –que son las que deciden que se debe hacer frente a este efecto condicionado- están dañadas por una inflamación de larga duración generada por la ingesta crónica anterior de alcohol.
Entonces, “el cerebro no es capaz de entender cuáles son buenas y malas decisiones luego de estos estímulos, por lo que no se tiene la capacidad cognitiva que informe a la persona sobre el daño de otra intoxicación alcohólica”, explica Yedy Israel.
Por una parte, en la Universidad de Chile han trabajado con ratas criadas como bebedoras compulsivas de alcohol, evidenciando que actúan como un alcohólico en rehabilitación luego de meses de consumo prolongado de esta droga y una larga abstinencia, ya que al ser presentadas nuevamente a soluciones de alcohol al 10 y 20%, los animales consumen en alcohol el equivalente a 12 cervezas en humanos en sólo 60 minutos, llevándolas a un marcado estado de intoxicación.
En tanto, en el Centro de Medicina Regenerativa de la Facultad de Medicina CAS-UDD, se han aislado células madre provenientes de la médula ósea y el tejido adiposo, con marcadas propiedades antinflamatorias.
De este modo, ambos hallazgos llevaron a este grupo de científicos a unir sus esfuerzos para investigar los efectos de administrar células madre a ratas alcoholizadas “en rehabilitación” y nuevamente presentadas a soluciones de alcohol.
En estos experimentos, los investigadores evidenciaron que las células madre administradas intra-cerebralmente redujeron el consumo de alcohol en 60 minutos hasta un 80-85%, efecto que se mantuvo al menos por 40 días, tan sólo después de una inyección de células madre. Es decir, los animales redujeron su consumo, comportándose como “bebedores sociales”.
Los investigadores Yedy Israel y Fernando Ezquer, explican que hay muchas etapas necesarias antes de llevar los estudios a la clínica. Por esta razón, hoy se concentran en activar la capacidad antinflamatoria de estas células madre en el tubo de ensayo antes de administrarlas, por vía intravenosa, a los animales en rehabilitación luego de un consumo extremo.
Cabe destacar que estos hallazgos se enmarcan en estudios desarrollados con financiamiento de Foncecyt y Conicyt. Además, los primeros antecedentes fueron publicados en septiembre por Oxford University Press, siendo el primer reporte en la literatura en demostrar que una adicción puede ser tratada con el uso de células madre.
Cifras sobre el consumo de alcohol en Chile
El alcohol es causa o factor de riesgo de diversas enfermedades crónicas –como el cáncer- y de enfermedades cardiovasculares, digestivas y de salud mental, además de lesiones y violencia.
En 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el Informe Mundial de Situación sobre Alcohol y Salud, donde se identifica a Chile como el país de América latina con mayor consumo promedio de alcohol puro al año (9,6 litros).
Se estima, además, que en nuestro país alrededor del 10% de las muertes nacionales pueden ser atribuibles al consumo de esta droga. Es decir, se calcula que 9.500 muertes anuales (27 chilenos por día aproximadamente), están relacionadas con el consumo de alcohol.
Por otra parte, y según datos entregados por el Ministerio de Salud (Minsal), la ingesta de alcohol es la primera causa de “Años de Vida Saludables Perdidos” y se estima que una disminución de un 20% en el consumo promedio nacional podría evitar más de 1.300 muertes al año.