El Dr. Pablo Vial, director del ICIM, fue reconocido por la Academia Chilena de Medicina por su línea de estudio “ecología y enfermedad por infección de Hantavirus”. En tanto, la Dra. Sofía Salas recibió el Premio de Ética 2018 del Colegio Médico, por su artículo “Objeción de conciencia en la educación médica”.
El Dr. Pablo Vial, director del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM), y la Dra. Sofía Salas, académica del Centro de Bioética de la Universidad del Desarrollo, fueron premiados por su aporte a la investigación y educación médica.
El Dr. Vial recibió el Premio a la Investigación Médica 2018, otorgado por la Academia Chilena de Medicina, el cual se entrega a un médico chileno que mantenga una línea de investigación definida y prolongada sobre un tema relevante para la medicina clínica o la salud pública, habiendo generado publicaciones en revistas científicas y que haya repercutido positivamente en el conocimiento médico, la docencia y/o en políticas de salud del país.
En este contexto, se consideraron los importantes avances y aportes realizados por el Dr. Vial y el equipo del Programa Hantavirus ha realizado a la salud, tanto a nivel nacional como internacional, con su línea de investigación sobre “ecología y enfermedad por infección de Hantavirus”.
El director del ICIM cuenta que, desde que aparecieron los primeros casos por esta infección, en el año 1997, él y su equipo se han dedicado a caracterizar este virus, tanto desde el punto de vista ecológico, epidemiológico y la enfermedad que produce, lo que ha permitido, entre otras cosas, el desarrollo de estrategias para terapias, algunas como el ecmo (oxigenación por membrana extracorpórea) y el plasma inmune que, si bien no garantizan el éxito en todos los pacientes, han permitido un buen efecto en la disminución de la letalidad por esta infección.
Sobre el premio recibido, dice que es un reconocimiento “para un gran equipo de trabajo que incluye tanto a académicos como médicos que se desempeñan en diversos hospitales del sur, que enfrentan este problema diariamente”. A su vez, agrega que, “más que mirar hacia atrás, es un tremendo compromiso mirando hacia adelante, de que tenemos que tener mayores logros en el control de esta infección”.
Esto, pues, “aunque no es frecuente, es una enfermedad muy catastrófica. Cada vez que tenemos un caso estamos viendo a esta persona joven y saludable, con todo su futuro por delante, que fue elegido por este virus, y necesitamos desarrollar algo para ella”, concluye el director del ICIM.
En tanto, la Dra. Sofía Salas recibió el Premio de Ética 2018 del Colegio Médico de Chile, por su trabajo “Objeción de conciencia en la educación médica”.
El jurado a cargo de la elección destacó el tema abordado en el artículo resaltando la importancia de incluirlo en la docencia de pre y postgrado, respetando la conciencia moral de los estudiantes y también la obligación de los centros formadores de entregar los conocimientos técnicos y competencias necesarias para el ejercicio de la profesión.
La Dra. Salas señala que “este trabajo recoge mi experiencia docente y también los desafíos enfrentados cuando estuve a cargo de una Escuela de Medicina, al tener que acoger, por ejemplo, solicitudes de estudiantes que por motivos religiosos no podían realizar actividad académica en determinadas días”.
A su vez, y junto con agradecer el reconocimiento, enfatiza en la necesidad que cada centro tenga políticas establecidas y de acceso público sobre el tema de la objeción de conciencia, incluyendo los derechos y deberes del alumno objetor.