Un estudio del Programa de Estudios Sociales en Salud del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Universidad del Desarrollo, busca analizar la trayectoria de los migrantes internacionales en Chile, en cuanto a estándar de vida, acceso y uso de atención médica, estado de salud, los costos y consecuencias de incluirlos en el sistema de salud chileno, haciendo una comparación con la experiencia de los locales.
Si bien la migración internacional está ligada a los objetivos estratégicos de salud pública, en Chile, a pesar de los esfuerzos realizados durante los últimos años para integrar a los inmigrantes al sistema de salud, se detecta que este grupo aún reporta niveles más altos de pobreza y un menor acceso y uso de los servicios de salud que los chilenos.
A su vez, el país no cuenta con información completa y de calidad que permita comprender los mecanismos que podrían conducir a una acción de salud pública más efectiva, por lo que comprender las trayectorias de vida y salud de los migrantes internacionales y cómo se compara con la situación de los chilenos, podría entregar información relevante para la planificación sanitaria, de acuerdo con la Política Nacional de Salud para Migrantes y su plan estratégico.
De este modo, este estudio se basa en dos hipótesis. Por un lado, que los migrantes internacionales presentarían en promedio un menor acceso y uso de los servicios de salud comparado con los chilenos, pues experimentan más barreras para acceder a la atención, más estrés de aculturación, mayor exclusión social y más discriminación que los locales. En segundo lugar, se plantea que proporcionar acceso a la atención sanitaria a los migrantes internacionales se asocia con mayores costos en el corto plazo, lo que es superado en el largo plazo por ahorros en el sistema de salud.
Báltica Cabieses, directora del Programa de Estudios Sociales en Salud e investigadora principal de este proyecto, cuenta que, para determinar esto, “se testeará, a través de registros habituales de nivel hospitalario y de una encuesta poblacional que tenga medidas repetidas, si se puede levantar información sobre condiciones de vida de salud en población migrante y nacional, que permita comparaciones de base poblacional y, a su vez, estimar los costos de incluir al sistema de salud a la población migrante, en el mediano y corto plazo”.
Explica que la idea principal es “generar evidencia robusta e inédita para el país, que permita mirar la temática de migración internacional y su relación con salud, desde una perspectiva longitudinal y no sólo de corte transversal, que es lo que habitualmente se utiliza en nuestro país”. Agrega, además, que “toda esa información es un insumo urgente y necesario para la autoridad sanitaria y para las autoridades locales, municipales y hospitalarias, para poder decidir mejor qué tipo de prestaciones van a brindar, cómo la van a brindar y cómo proyectar sus presupuestos a mediano y corto plazo”.
Cabe destacar que no es primera vez que este equipo de investigación hace comparaciones entre migrantes y chilenos. Anteriormente, ya lo han hecho con datos de censos poblacionales, encuestas poblacionales (Casen), con datos de registros hospitalarios, entre otros. “La diferencia de este estudio es que va a tratar de desarrollar información de tipo longitudinal, esa es la gran relevancia”, finaliza Cabieses.