Uno de los procedimientos más usuales al que se han visto expuestos los médicos durante la emergencia sanitaria del coronavirus (COVID-19), frente a los pacientes con insuficiencia respiratoria es la intubación. En el contexto actual, esta es una técnica indispensable, pero que a la vez implica riesgos, pues es un procedimiento que genera aerosoles usando una laringoscopia tradicional, lo que aumenta 6,6 veces el riesgo de contagio a quien realiza el procedimiento.

Una alternativa para disminuir este riesgo, es la utilización de un video laringoscopio, técnica más segura para el personal entrenado, que evita la exposición directa y que es la recomendada por organizaciones internacionales pero que, a su vez no está disponible en muchas unidades del país y es de alto costo.

Ante este escenario, la egresada de medicina UDD y actual médico jefe de la Unidad de Cuidados Críticos Pediátricos del Hospital Padre Hurtado, Dra. Katherine Blaha, junto al ingeniero Javier Barona, desarrollaron una solución aplicando el ingenio a la medicina y resolver así la ausencia de este dispositivo y proteger al personal.