Tras el brote de coronavirus que se está viviendo en todo el mundo, está poniendo en gran evidencia el rol que pueden jugar la telesalud, y en particular, la telemedicina, así lo señaló Maurizio Mattoli, director del Centro de Informática Biomédica del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo.
Para Mattoli, la posibilidad de sostener teleconsultas para el triaje, contención, orientación, educación y/o seguimiento domiciliario, son sólo algunos ejemplos de cómo -innovando oportunamente en salud a través de las TIC – se puede facilitar el acceso a la salud. “Esto sobre todo frente a las barreras de espacio y tiempo cuando hay mucha presión y demanda sobre el sistema de salud, y cuando además necesitamos reducir la probabilidad de contraer enfermedades nosocomiales”, dijo.
El Director del Centro de Informática Biomédica UDD recordó que, a inicios de este año, antes de que iniciara esta crisis pandémica en Chile, FONASA aprobó siete códigos de nuevas prestaciones que impulsan la Telemedicina en la Modalidad de Libre Elección en las especialidades de dermatología, neurología, endocrinología, nefrología, diabetología, psiquiatría y geriatría. Mientras que el pasado 24 de marzo del este 2020, una nueva Resolución del Ministerio de Salud que estará vigente durante todo el período de Alerta Sanitaria por el COVID-19, ha incorporado otro conjunto más de prestaciones que podrán realizarse a la distancia y que podrán contar así con mecanismos de pago. “Se empieza a allanar una de las barreras relacionadas con el financiamiento de muchas innovaciones en salud, aquellas relacionadas con las prestaciones clínicas a la distancia”, indicó el experto en diseño y operación de plataformas software en salud.
Mattoli destacó que, a pesar de que se está viviendo momentos muy difíciles, la coyuntura está permitiendo también enfocar mejor cómo poder explotar al máximo las tecnologías de la información. “Los que innovamos sabemos lo importante que es el factor timing”, dijo.
Sin embargo, el experto señaló que en este “renacimiento telemédico” muchas startups y empresas ofrecen cientos de aplicaciones las que casi siempre están desconectadas del registro clínico (habitual) de las personas, lo que produce un “silo” más de información, de tal forma que durante el encuentro telemédico los profesionales de la salud podrían no tener acceso a la historia clínica (previa) del paciente y luego de ese encuentro, la información clínica que se genera en ese episodio a la distancia tampoco se incorporará al registro clínico habitual del paciente.
“Nos quedan todavía muchos desafíos abiertos, como el de lograr la interoperabilidad de nuestros Registros Clínicos Electrónicos, para que la historia clínica del paciente siga, y esté, a disposición independientemente de dónde se encuentre atendiendo en un determinado momento. También explorar las oportunidades que abre la Salud Digital, en particular en el ámbito del “Digital-Therapeutics” así como del “Digital-care” y del rol que las tecnologías pueden jugar tanto para la prevención como para la promoción de la salud, pero que a la vez abren nuevos dilemas éticos y otros desafíos relacionados con la seguridad y la privacidad”, indicó Mattoli.
Desde el Centro de Informática Biomédica UDD se brinda mentoría y colaboración con muchas de las iniciativas e innovaciones que se están desarrollando hoy en el país, incluidos los proyectos en salud apoyados por UDD Ventures, junto con la Universidad de Concepción, UC Davis LifeSciences Chile y la colaboración de muchos otros actores y partes interesadas.
“Estamos trabajando en el proyecto “Lineamientos para el desarrollo de la Telemedicina y Telesalud en Chile”, que apunta a proporcionar un conjunto de principios para llevar a cabo prestaciones de salud a la distancia dentro de un marco de seguridad y calidad”, detalló Mattoli.