La fonoaudióloga del Hospital Padre Hurtado (HPH), exalumna y docente de la carrera de Fonoaudiología de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo, Bárbara Sanzana, nos cuenta su experiencia de estar en la primera línea en el HPH y cuál es la labor de un fonoaudiólogo en tiempos de covid-19.
Como todos los profesionales de la salud, los fonoaudiólogos son fundamentales en esta crisis sanitaria. “Cuando los pacientes necesitan apoyo ventilatorio, algo que ha sido muy recurrente durante la pandemia, este se puede entregar de diversas maneras y una de ellas es la intubación orotraqueal. Esta clase de intubación consiste en la colocación de un tubo que pasa por la garganta, cuerdas vocales pasando por la tráquea y este proceso puede dañar estas estructuras de diversas formas, pudiendo provocar una disfagia que es una alteración en la seguridad de la deglución, es decir, que cuando el paciente come la comida o toma el líquido éstos se pueden ir al pulmón y causar otra neumonía, generando aún más riesgos en su estado de salud”, mencionó Bárbara.
Asimismo, la docente UDD señaló que esta pandemia también la hizo enfrentar el desafío de trabajar principalmente con recién nacidos a adultos, quienes han sido los más afectados por el Covid-19. “El cambio no ha sido fácil, aun cuando se trata de la misma área (deglución), los pacientes son muy diferentes. Afortunadamente, el apoyo que he recibido de las fonoaudiólogas que trabajan con adultos ha sido fundamental para enfrentar este desafío de mejor manera”, aseveró.
A esto agregó que “entendiendo que estudié fonoaudiología por vocación, y a pesar de que prefiero trabajar con niños, en este momento es necesario apoyar en lo que se pueda asistiendo a los adultos por la situación que estamos viviendo. En general soy una persona que asiste a muchos voluntariados (soy tutora del Sonríe UDD) y además scout desde hace muchos años, entonces he tenido la oportunidad de aprender a adaptarme a diversas situaciones. De todas maneras, la mejor forma de enfrentarlo es a través del trabajo en equipo y eso le he vivenciado porque las fonoaudiólogas del área de adultos, mis compañeras de la universidad que se dedican a esa área y todo el equipo de salud, han sido un tremendo apoyo, tanto en conocimientos como emocional. Se genera una solidaridad y contención que fortalece muchísimo el trabajo en equipo, es una oportunidad única”.
La alumni UDD también puntualizó que para ella todos los días hay testimonios que la emocionan y sensibilizan sobre lo que está ocurriendo. “Lo más fuerte emocionalmente y desgastante es ver que los pacientes están solos en el hospital, lejos de su familia, acostados durante varios días, lo que afecta su salud mental (…) El otro día llamó la familia de un paciente y me daban las gracias por darle un helado (no había comido hace tiempo), ese paciente, Don Fernando, me tomó mi mano y me dio las gracias con gestos porque no podía hablar, me quedé haciéndole cariño un rato. La verdad me emocioné mucho porque estaba solo y extrañaba a su familia, así como yo extraño a la mía y existen muchas personas que no tienen conciencia de ello. La situación que estamos viviendo es grave, quedan pocas camas, el personal está sobrepasado, los pacientes están solos y nadie se merece morir así. Es muy importante que tomemos conciencia sobre la gravedad y extrema necesidad de cumplir con las medidas para evitar el aumento de contagios, aunque queramos ver a nuestros papás o abuelos, no debemos exponer a nadie porque esa exposición puede llevar literalmente a la muerte”, afirmó.
En cuanto al rol que tuvo la universidad y su carrera para ayudarla a vivir de mejor forma esta experiencia comentó que “la UDD me entregó habilidades blandas que me ayudan a ver al paciente no sólo por un diagnóstico o sus síntomas, sino que ver todo su contexto, sus emociones, verlos como personas integralmente, tratarlos de la mejor forma posible, ser cercanos y empáticos (…) Para mí lo importante es siempre crear conciencia de la importancia de nuestra profesión y, además, fortalecer los valores éticos que me brindaron en la Universidad durante mi formación como profesional de la salud”, señaló.
Finalmente, entregó unas palabras a sus colegas, estudiantes de la salud y personas en general a “enfrentar esto con alegría y optimismo. Todos los días agradecer por algo, comenzando por agradecer la vida, contar una anécdota chistosa, y si es necesario obviamente desahogarse con alguien. Y por sobre todo siempre seguir adelante, apoyarse entre todos, aplicar todo lo aprendido y tratar a la gente con mucho amor y empatía«.