El síndrome inflamatorio multisistémico en niños MIS-C, también conocido como PIMS, es una enfermedad poco común pero potencialmente peligrosa, asociada a la enfermedad de exposición al SARS-CoV-2, que afecta a niños y adolescentes.
El Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo, se encuentra desarrollando un proyecto (adjudicado ANID, COVID0999) que busca determinar mecanismos inmunológicos protectores y biomarcadores de respuesta inmune en COVID19. A la fecha se han reclutado alrededor de 50 pacientes con MIS-C, lo que ha permitido caracterizar la clínica y la immunofenotipificación de estas personas.
Según explica Emma Rey, investigadora de este estudio que forma parte del equipo del Programa de Inmunogenética e Inmunología Traslacional del ICIM, si bien algunas características de esta enfermedad se superponen con otras que también producen hiperinflamación y disfunción multiorgánica -como el síndrome de activación de macrófagos (MAS), la linfohistiocitosis hemofagocítica (HLH) y la enfermedad de Kawasaki-, en este estudio hemos podido observar un aumento de las citoquinas inflamatorias en suero y un bajo número de células inmunes llamadas linfocitos en estos pacientes, que estarían dando esta inflamación y el daño a varios órganos.
“Estos pacientes desarrollan anticuerpos contra SARS-CoV-2 y autoanticuerpos, que irían contra moléculas o células del propio individuo. Además, se ha encontrado disfunción de ciertas células necesarias para una buena respuesta a la infección viral y una deficiencia en la funcionalidad de un tipo de célula del sistema inmune, llamada Natural Killer”, sostiene la investigadora.
Además, precisó que se encontraron que pacientes con síntomas similares a los de Kawasaki tenían elevados marcadores de activación de los linfocitos, entendiendo mejor la inmunología en pacientes PIMS con estos síntomas.
“Este proyecto reveló también posibles biomarcadores de la enfermedad MIS-C y biomarcadores de la severidad de la enfermedad. Esto es clave para un mejor manejo y tratamiento de los pacientes ya que determinando ciertos parámetros en la sangre de los pacientes podemos tener un tratamiento más preciso y saber que pacientes pueden derivar a un estado más crítico”, indicó.
Pese a los avances y aunque la investigación al respecto se está incrementando, Emma Rey es enfática en señalar que los factores de susceptibilidad de los individuos para desarrollar este síndrome y los mecanismos de la inmunopatogénesis de MIS-C, siguen siendo desconocidos.
“Es muy importante seguir avanzando para una mayor comprensión de MIS-C, lo que permitiría proponer mejores tratamientos, además de ser útil para entender otras enfermedades mediadas por inflamación como la enfermedad de Kawasaki y la HLH”, concluye Rey.