El alumni Pablo Gutiérrez comenzó su carrera profesional en el Hospital Padre Hurtado (HPH) en cuanto se tituló de Medicina de la Universidad del Desarrollo (UDD), en 2011. En ese entonces se desempeñó como monitor del internado de Medicina de la UDD y más tarde, coordinador del internado de Urgencia. Sin embargo, no fue hasta marzo de 2020 que asumió uno de los desafíos más complejos como médico: la jefatura de Urgencias de dicha institución, en una crisis sanitaria que afectaba a todo el mundo.
La incertidumbre, el encierro, el estar solo, fueron las principales complicaciones al momento de enfrentar la pandemia en su nuevo cargo, agregando además la tarea de tener que proteger y tratar a una de las poblaciones más vulnerables de Santiago.
“Mi desafío fue estar a la altura y cumplir las expectativas de lo que merece la población de San Ramón, La Granja y La Pintana, que siempre ha estado muy desprotegida (…) Nosotros tuvimos que enfrentar con casi nada algo tan difícil, porque aquí, querámoslo o no, tenemos muchos menos recursos que en otros hospitales y que en las clínicas, obviamente”, puntualizó.
Los primeros meses que llegó la pandemia a Chile fueron los más difíciles, sobre todo en junio y julio de 2020 cuando la crisis sanitaria alcanzó su peak, lo cual se vio evidenciado por la falta de camas en todos los hospitales y clínicas del país.
“Muchas veces nos vimos sobrepasados, varios pacientes llegaban en estado grave y debíamos encontrar espacios para dejarlos hospitalizados. También aumentó el número de fallecimientos. En cada turno de 24 horas debíamos llenar un libro de defunciones. Lo normal es 1, máximo 2 por día, pero hubo una vez que llegamos a 11 fallecidos en sólo 12 horas”, explicó.
A esto agregó que “jamás pensé que iba a ver a tanta gente muriendo de una misma enfermedad frente a mis ojos. En general esto nos pasó a todos los que trabajamos en salud, desde doctores y TENS (técnico de enfermería nivel superior), hasta las personas que nos ayudan con el aseo y en lo administrativo… La vida en general se absorbió a Covid”.
El aprendizaje
Sin embargo, aunque la experiencia fue fuerte, Gutiérrez volvió a reafirmar su compromiso con el área de la salud pública y su vocación como médico. “A mí me gusta lo público, yo siempre he estado acá (en el HPH) como médico. He trabajado en clínicas, pero muy poquito y siempre vuelvo, nunca me he ido. He terminado dedicándole el cien por ciento de mi tiempo a esto y a la docencia”, comentó.
Y afirmó que la responsabilidad de los ex alumnos UDD con el área de salud pública es grande, ya que “el 50% de mis urgencias actualmente son ex UDD, por lo tanto, hay un rol de los internos e internas que se forman en la UDD, que se titulan y se quedan acá (en lo público). Eso es súper importante, creo que es algo que está poco visualizado, el rol que tiene la Universidad en el sector suroriente de Santiago”.
Finalmente, el doctor puntualizó en que “me gustaría cumplir algunos objetivos trazados personales como, por ejemplo, mejorar algunos índices, cosas más bien de gestión de la urgencia. A mí me gusta mucho este sector, ya estuve en una clínica y prefiero estar acá, por lo tanto, por ahora me veo acá y eventualmente después seguiré formándome en lo que estoy haciendo”.
Cabe destacar que Pablo Gutiérrez fue elegido entre los 100 Líderes Jóvenes 2020, de la Revista Sábado de El Mercurio.