El 29 de octubre es el Día Mundial de la Prevención del Ataque Cerebro Vascular (ACV), una de las principales causas de muerte y discapacidad en Chile y el mundo. Esto se debe principalmente a que gran parte de la población no logra reconocer los síntomas, por lo que no se dirige a tiempo a un centro de salud y no recibe atención médica oportuna, algo clave para prevenir daños cerebrales mayores o secuelas que pueden ser permanentes.
Así lo reveló un estudio liderado por los académicos de la Universidad del Desarrollo, Dra. Paula Muñoz, Dr. Víctor Navia y Dr. Enrico Mazzón, realizado con el respaldo del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM-UDD), denominado “Reconocimiento y toma de decisiones sobre síntomas y factores de riesgo del ACV en población chilena”, cuyos resultados fueron presentados en el Congreso de la Academia Europea de Neurología.
“Su objetivo fue evaluar el conocimiento de los síntomas del ACV, así como los factores de riesgo y la toma de decisiones en la población chilena. Esto nos permitió darnos cuenta del poco reconocimiento de las personas de los principales síntomas y señales de advertencia de un ataque cerebrovascular y que existe la necesidad urgente de reforzar las campañas educativas, especialmente en personas de mayor edad y con niveles socioeconómicos más bajos”, señaló Navia, quien también es neurólogo del Hospital Padre Hurtado (HPH).
La investigación incluyó a más de 700 personas de población urbana y rural representativa de las 16 regiones del país y, uno de sus principales resultados fue que casi una cuarta parte de los chilenos no reconoce, al menos, un síntoma en las señales de advertencia de un ACV. En ese sentido, el Dr. Navia detalló que “un 74% de las personas reconoció correctamente al menos un síntoma, pero sólo el 6% distingue los tres síntomas de la escala FAST (método utilizado para detectar el accidente cerebrovascular y facilitar una respuesta adecuada)”. El dolor de cabeza fue mencionado con mayor frecuencia (44%), pese a que no es determinante, “salvo en caso de ser severo y de inicio súbito, ya que podría traducirse, por ejemplo, en un ACV hemorrágico”, agregó el neurólogo.
En cuanto a los factores de riesgo, un 97% identificó al menos uno y sólo un 56% más de tres. El factor de riesgo de ACV más reconocido fue la hipertensión (42,6%), seguido del estrés (39%), el tabaquismo (38%), el sedentarismo (34%), la obesidad (33 %) y el colesterol alto (32%). Muy pocos mencionaron la diabetes, pese a ser uno de los factores más relevantes en nuestra población.
De este modo, los doctores hicieron énfasis en la importancia de la atención médica oportuna, ya que 1 de cada 5 personas que sufre un ACV queda con alguna discapacidad, situación que podría prevenirse o reducirse si se acude a urgencias con la mínima sospecha de estar sufriendo uno. “Esto, sin contar el gran número de pacientes que fallecen por esta patología”, concluyeron.