En enero de 2022, José Manuel Munita fue nombrado director del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo. Médico cirujano, internista y especialista en enfermedades infecciosas, asumió el desafío de dirigir este ecosistema de investigación que se dedica a realizar ciencia traslacional de vanguardia para impactar en la salud de las personas con soluciones concretas, contingentes e innovadoras.
Fundado en 2014, el ICIM cuenta actualmente con un equipo de más de 100 investigadores, técnicos y administrativos que, en ocho centros, seis programas y un observatorio, investigan y buscan impactar con su trabajo en las áreas de epidemiología y salud pública; genética y genómica; bioética y bioderecho; fisiología, informática biomédica, química médica, medicina regenerativa, estudios clínicos y sociales en salud; genómica microbiana, inmunología e inmunogenética, comunicación celular en cáncer, enfermedades poco frecuentes y Hantavirus.
Para el Dr. Munita, el ICIM “es un instituto que ha alcanzado madurez en cuanto a la calidad de la ciencia que en él se hace y de los equipos que tiene, con un crecimiento meteórico en los últimos años. Tenemos suficiente masa crítica de investigadores y equipos con gran experiencia para convertirnos en un lugar donde, a través de la ciencia, logremos grandes transformaciones y nos hagamos cargo de los problemas de salud de la población en distintos niveles”.
¿En qué ámbitos hay que dar ese salto? ¿Qué se viene para el ICIM?
Tenemos la oportunidad de pasar de ser un instituto de muy buena calidad, donde hacemos ciencia de excelencia, a convertirnos en un referente regional, un lugar que sea un polo de atracción a nivel local e internacional. Necesitamos continuar internacionalizándonos y mirar hacia afuera, por ejemplo, en el tipo de grants, pasar a otra escala, compitiendo por fondos internacionales. También creo que es importante la internacionalización en términos de la atracción de capital humano avanzado.
Por otra parte, otro gran desafío es acelerar el camino desde la generación de conocimiento a partir de la investigación, hacia la innovación y la transferencia, en busca de soluciones concretas a los problemas de salud. Si bien hemos avanzado mucho, creo que es un camino que hay que seguir recorriendo y en el que nos queda mucho por andar.
¿Cómo se avanza en este objetivo?
Lo más importante, es ‘aprovechar-nos’ y aprovechar el ambiente que tenemos. Hoy hay mucha más colaboración que hace algunos años, pero aún tenemos mucho menos de lo que me gustaría. Eso es un paso fundamental para la creatividad. Nada mejor para propiciar las ideas innovadoras que juntarnos e incomodarnos, saliendo de nuestra zona de confort. Tenemos que propiciar esas instancias dentro del ICIM y también por fuera, con otros grupos de investigadores. Parte importante de la oportunidad de generar cosas transformadoras tiene que ver con movernos, con interaccionar con el otro.
¿Es una buena oportunidad el cambio de campus, entonces?
Por supuesto. Nos permite -más facilmente- abrirnos a la comunidad universitaria e interaccionar con otros centros de investigación y otras facultades en la UDD, con Ingeniería, Psicología, Diseño, Gobierno (…) Ahí hay grandes oportunidades para transformar cosas. Lo mismo con nuestros campos clínicos y, por supuesto, con públicos más jóvenes. Tenemos que propiciar instancias de interaccion efectiva con nuestros alumnos de pregrado. ¿Y cómo logro eso? Con mucha conversación y generacion de espacios para que la gente se junte e interaccione. Y también tiene que ver con tener los incentivos institucionales alineados en esa dirección.
¿Cuáles son los desafíos con los principales campos clínicos? ¿Qué rol juega la relación entre la UDD, el Hospital Padre Hurtado y Clínica Alemana en el futuro del ICIM?
Creo que de nuevo, la interacción es y será clave hacia el futuro. En este ámbito también pienso que tenemos mucho más por hacer que lo que hemos hecho. Hay semillas que si les agregas solo un poquito más de agua se pueden convertir en cosas extraordinarias, pero es un trabajo que tenemos que hacer. Yo tiendo a ver el vaso medio vacío, pues así uno se estimula a llenarlo. Por supuesto que hay un recorrido hecho y diversos lazos entre el ICIM, el Hospital Padre Hurtado y Clínica Alemana, pero me parece que aún queda mucho por hacer para pasar desde interacciones esporádicas y dependientes de personas particulares, hacia un camino mucho más establecido, reconocido e institucional. Nuestro trabajo es que sea fácil llegar al otro, que si un investigador del ICIM -por ejemplo- tiene una idea que involucra pacientes o la necesidad de interaccionar con un clínico, lo haga, rápida, fácil y efectivamente.
Actualmente, ¿cuáles son las fortalezas del ICIM que le permitirán cumplir con los desafíos impuestos?
Tenemos infraestructura de primera calidad, equipos de investigadores de altísimo nivel con líneas establecidas en distintos niveles, con años de trabajo y mucha madurez. Tenemos partnerships estratégicos, acceso a diversas miradas a los problemas de salud reales desde Clínica Alemana y el Hospital Padre Hurtado. Nos cambiamos de campus y estamos geográficamente cerca de otras facultades (…) Está todo para que salga chispa. Hoy día está la condición perfecta para juntar a la gente y que se produzca la magia.