Estudiantes de segundo y tercer año de Terapia Ocupacional participaron de la ceremonia de investidura, donde lucieron por primera vez formalmente sus uniformes, dándoles la bienvenida al mundo de las prácticas en Campos Clínicos.
La dra. Liliana Jadue, vicedecana de las carreras de la salud, se dirigió a los estudiantes: “ustedes de aquí en adelante se van a comportar como terapeutas ocupacionales: van a atender personas y van a ayudar a resolver sus necesidades. Y esa vocación, que es la que los hizo estar acá, se va a volver realidad”.
La directora de la carrera, Vivian Villarroel, destacó la participación de todos en la construcción del sello TO UDD: “ese sello que construimos día a día, ese sello que ya fue reconocido logrando a fines del año pasado los 7 años de acreditación máxima por la Federación Mundial de Terapia Ocupacional. Eso es un orgullo y no lo hicimos nosotros los profesores. Lo hicimos todos bajo el alero de una institución de excelencia: la Universidad del Desarrollo”.
Posteriormente, docentes de la carrera entregaron la Promesa de Investidura a los estudiantes de ambas generaciones. En representación de sus compañeros, hablaron las estudiantes Rosario Gómez de la generación 2020, quien hizo un llamado a “hacer realidad el sueño colectivo de crear una sociedad totalmente inclusiva” y Maria Jesús Gouhaneh de la generación 2021, quien destacó la ceremonia de investidura como “un símbolo y un gran paso donde nos empapamos de la profesión y nos preparamos para seguir este recorrido de manera más profesional.
Finalmente, los y las estudiantes hicieron la promesa de investidura, guiados por la directora Vivian Villarroel y la profesora Andrea Ulloa.
A la salida de la ceremonia, los y las estudiantes compartieron con sus familias y amigos.
“Estamos súper emocionados porque somos la primera generación de Terapia Ocupacional – comentó la estudiante Catalina Silva – lo que significa la investidura es súper emocionante porque representa que estamos listos para el siguiente paso que es comprometernos con nuestros futuros usuarios”.
Carlos Cárcamo, apoderado de la primera generación, comentó estar “orgullosísimo de mi hija y la vengo a acompañar. Es mi hija mayor y vinimos desde Valdivia a verla en este momento tan lindo”.