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«La innovación necesita de pasión, valentía y aprendizaje continuo» – Daniela Silva, Médico Cirujano y Magíster de Gestión en Salud UDD

Daniela Silva Bersezio, Médico Cirujano con especialización en Medicina de Urgencia de la Universidad del Desarrollo. Ha complementado su formación con un Magíster de Gestión en Salud, un Diplomado en Docencia Clínica y otro en Lean y Excelencia Operacional, todos en la Universidad del Desarrollo. Además, cursó un Diplomado en Medicina Intensiva en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente, es Jefa del Departamento de Urgencias de la Clínica Alemana también Coordinadora del Internado de Medicina de Urgencia en la UDD, y además forma parte del Comité Académico de la Especialidad de Medicina de Urgencia CAS-UDD. 

Amante de la adrenalina de la medicina prehospitalaria —en la calle, en ambulancia o incluso a bordo de un helicóptero—, Daniela encarna un perfil dual: combina la pericia clínica con una visión estratégica clave para transformar los servicios de emergencia en entornos cada vez más complejos y demandantes. 

Al inicio de su carrera, Daniela se proyectaba como anestesióloga. Sin embargo, tras terminar el pregrado, comenzó trabajando en urgencias generalistas. Fue allí donde comprendió la intensidad y complejidad técnica de esta especialidad, siendo un escenario donde se puede “cambiar por completo la historia de un paciente en cuestión de minutos”, siempre que se cuente con la formación adecuada. 

Nunca pensó en convertirse en urgencióloga, pero gracias a la orientación de mentores, como el Dr. Rodrigo Rosas Condemarín —uno de los primeros urgenciólogos de Chile—, postuló a la beca de la Clínica Alemana. Ingresó así a la primera generación de urgenciólogos formados en la UDD, marcando un hito académico que sería la base de su liderazgo futuro. 

Durante años, asumió turnos complejos tanto en la Clínica Alemana como en el Hospital Padre Hurtado, donde llegó a ser jefa técnica. Su reputación de proactividad no pasó desapercibida. Tomaba turnos incluso fuera de su horario, lo que consolidó la confianza de sus superiores. Estando embarazada de su primer hijo, fue convocada a integrarse de forma exclusiva a la Clínica Alemana. Desde entonces, primero coordinó funciones operativas y, luego ascendió siendo nombrada jefa del Departamento de Urgencia. 

“Lloré porque pensé que no sería capaz”, recuerda. Pero la presión se convirtió en motor de crecimiento. Hoy divide su tiempo entre la gestión táctica-estratégica, el alineamiento de equipos clínicos y administrativos, y el diseño de la urgencia del futuro. Junto a su equipo creó el sistema de urgencia telemática (Tele Urgencia y Tele Box), que permite atención remota y deriva los casos de baja complejidad a canales alternativos, liberando espacio físico para urgencias graves. Esta solución redujo los tiempos de espera sin necesidad de aumentar camas ni salas, consolidándose como su primera gran experiencia de innovación aplicada. 

Desde 2022, lidera el Departamento de Urgencia de la Clínica Alemana, considerado el segundo centro privado mejor posicionado de Latinoamérica y uno de los 150 mejores hospitales del mundo. Nunca imaginó que pasaría tantas horas analizando datos, diseñando estrategias y participando en reuniones. 

“La innovación necesita pasión, valentía y aprendizaje continuo”, enfatiza. Fiel a esa convicción, cada año se inscribe en un nuevo programa formativo, desde metodologías de diseño de servicios hasta cursos de negociación y neurociencia de la toma de decisiones. Hoy, su objetivo es resolver problemas sanitarios en contextos de alta incertidumbre y con recursos limitados. 

Se define como “mandona”, pero también considera que el liderazgo vertical está obsoleto ya no responde a las necesidades actuales ni futuras. Daniela, promueve un liderazgo de co-creación transversal, donde administrativos, TENS, enfermeros y médicos participan en el diseño de los proyectos. Para ella, el error es parte esencial del aprendizaje, y la flexibilidad —horaria, física y mental— es la piedra angular del éxito. 

Reconoce que lo más difícil es liderar personas. Por ello estudia técnicas de negociación y escucha activa, buscando argumentar desde la comprensión del otro más que desde la rigidez de su posición. 

Esta Alumni está convencida de que profesionalizar la Medicina de Urgencia requiere avanzar en dos frentes. Primero, aumentar la formación de urgenciólogos con conocimientos en gestión sanitaria y salud pública, para evitar que las urgencias se transformen en salas de hospitalización. Segundo, ampliar y profundizar la enseñanza de la urgencia en el pregrado, dictada por especialistas en la disciplina. 

Nos comenta que según su experiencia la crisis de camas y los cuellos de botella, solo se resolverán fortaleciendo las vías alternativas como la atención primaria y la telemedicina, asegurando que cada eslabón de la cadena actúe con eficacia y dentro de tiempos acotados. 

Cuando proyecta la próxima década, visualiza servicios de urgencia ágiles, hiperconectados y liderados por médicos con sólida formación en gestión, innovación y ciencias del comportamiento. Para ella, un urgenciólogo no debe saber “un poco de todo”, sino “mucho de todo lo que ocurre en las primeras 24 horas”, y delegar luego al especialista correspondiente.
Su principal motivación es:

“La UDD es mi carrera”, afirma con convicción. Todo su currículum académico ha sido en la Universidad del Desarrollo: pregrado, especialización, magísteres, diplomados y, actualmente, se desempeña como directora de un diplomado de urgencias neurológicas, profesora de postgrado, coordinadora del internado de urgencia y alumna del Diplomado en Diseño, Experiencia y Servicios de la Facultad de Diseño. 

Hoy, el vínculo con la UDD también es familiar, su hija mayor, nacida mientras cursaba su 4° año de Medicina, cursa actualmente primer año de Psicología en el mismo campus. Los sábados, madre e hija coinciden en los pasillos universitarios, mochilas al hombro.