El año 2000, gracias a la invitación del entonces rector de la Universidad del Desarrollo (UDD), Ernesto Silva Bafalluy (QEPD), la UDD y la Clínica Alemana de Santiago se proponen crear una Facultad de Medicina en conjunto, cuyo eje será la vocación de emprendimiento y la responsabilidad pública, así como la adhesión a la conducta ética y el apego al trabajo bien hecho.
En marzo de 2001 se reúnen autoridades de la Corporación Chileno-Alemana de Beneficencia y miembros del Consejo Directivo de la UDD para dar vida a una “Facultad Ciencias de la Salud”, que entregaría una base sólida constituida por una cultura científica, ética y de servicio.
En julio de ese año se firma un acuerdo de colaboración entre la UDD y la Clínica Alemana, para la creación de la Facultadde Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo, innovadora alianza a la que dos meses después se une el Hospital Padre Hurtado (HPH), a través de la firma de un convenio docente asistencial. De esta manera, el HPH se convierte en el principal campo clínico de la Facultad, además de un socio estratégico.
En 2002 la Facultad recibe a su primera promoción de estudiantes en las carreras de Medicina y Enfermería.
Además, para respaldar la base científica y ética de los alumnos, a partir del año 2002 se crean centros/institutos de investigación, hoy reunidos en torno al Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM).
En pro de la calidad pedagógica, el año 2003 se crea un área encargada de capacitar continuamente a los profesionales en la docencia, actualmente denominado Centro de Desarrollo Educacional (CDE).
Desde 2003 se han suscrito convenios docentes-asistenciales con distintas instituciones, como los centros de salud de las municipalidades de La Granja, San Ramón y La Pintana y el Hogar de Cristo, y el Instituto Nacional del Cáncer, entre otros.
En 2004 se edificó un módulo docente de 1.000 mts2 adosado al HPH, que cuenta con el equipamiento necesario para clases y discusión de casos clínicos. A la fecha, la Facultad ha construido tres módulos docentes, infraestructuras orientadas tanto al ámbito asistencial como docente.
En 2005 ingresó la primera generación de Odontología; mientras que el 2007 lo hicieron los alumnos de Nutrición y Dietética, Tecnología Médica, Kinesiología y Fonoaudiología.
El 2009 se inaugura el edificio de la Clínica Odontológica UDD, en la comuna de La Florida, principal campo clínico de la carrera de Odontología y que además cuenta con instalaciones para actividades docentes asistenciales de las carreras de Kinesiología, Fonoaudiología, Nutrición y Dietética, y Psicología.
En 2019 la carrera de Obstetricia abre sus puertas a la primera generación de matronas, mientras que en 2020 se incorpora Terapia Ocupacional, completando de esta manera nueve carreras de pregrado.
En el ámbito de Postgrado, actualmente la Facultad ofrece programas de Postítulos de Especialización y Subespecialización en Clínica Alemana, Instituto Nacional del Cáncer y el Hospital Padre Hurtado.
DECLARACIÓN FUNDAMENTAL
Esperamos contribuir al desarrollo científico y profesional de nuestra sociedad. Esta tarea la entendemos como un compromiso con el desarrollo del país, uno de cuyos desafíos permanentes es establecer el acceso oportuno de una salud de calidad para todos. Para ello, la Facultad desea contribuir a través de la formación de profesionales de excelencia académica y con marcado espíritu de servicio.
Concebimos la educación como el proceso de desarrollo intelectual, emocional y social de los estudiantes. Aspiramos a formar personas autónomas, críticas, capaces de identificar problemas complejos y competentes para resolverlos trabajando en equipos interdisciplinarios.
Vemos al profesor como un modelo para los alumnos, experto en las materias que imparte y capaz de desarrollar la capacidad de pensar en ellos.
La Facultad es un lugar donde el conocimiento se transmite y se genera a partir de la investigación básica y aplicada. Por ello, nuestros alumnos participarán en proyectos de investigación desde los primeros años de formación.
Concebimos a un egresado como un profesional con sólidos conocimientos científicos, exigentes competencias clínicas, sentido de responsabilidad pública y centrado en la voluntad de servicio al paciente, valorándolo en toda su dimensión humana.
La Facultad de Medicina se define por una visión humanista y plural, basada en el respeto a la dignidad de la persona humana. Aspiramos, por lo tanto, a entregar al alumno competencias éticas acordes con esta visión y una sólida formación en valores como el respeto a la vida y a la libertad.
Buscamos formar profesionales capaces de emprender proyectos e imaginar maneras novedosas de enfrentar situaciones en el ámbito científico y cotidiano, orientados al beneficio de sus pacientes y al desarrollo de las instituciones y de las comunidades en que esté inserto.
Asumimos responsablemente el compromiso de formar alumnos en coherencia con los principios recién señalados, de modo que sean sus egresados los que, en su quehacer profesional, reflejen esta visión.
La Facultad contribuye al desarrollo científico y profesional de nuestra sociedad. Esta tarea la entendemos como un compromiso con el desarrollo del país, uno de cuyos desafíos permanentes es establecer el acceso oportuno de una salud de calidad para todos. Para ello, la Facultad desea contribuir a través de la formación de profesionales de excelencia académica y con marcado espíritu de servicio.
La Facultad concibe a la educación como el proceso de desarrollo intelectual, emocional y social de los estudiantes. Aspiramos a formar personas autónomas, críticas, capaces de identificar problemas complejos y competentes para resolverlos trabajando en equipos interdisciplinarios.
La Facultad es un lugar donde el conocimiento se transmite y se genera a partir de la investigación básica y aplicada. Por ello, nuestros alumnos participarán en proyectos de investigación desde los primeros años de formación.
La Facultad desea formar profesionales capaces de emprender proyectos e imaginar maneras novedosas de enfrentar situaciones en el ámbito científico y cotidiano, orientado al beneficio de sus pacientes y al desarrollo de las instituciones y de las comunidades en que esté inserto.
La Facultad concibe al profesor como un modelo para los alumnos, experto en las materias que imparte y capaz de desarrollar la capacidad de pensar en ellos.
La Facultad concibe a su egresado como un profesional con sólidos conocimientos científicos, exigentes competencias clínicas, sentido de responsabilidad pública y centrado en la voluntad de servicio al paciente, valorándolo en toda su dimensión humana.