En el marco de los Coloquio de Humanidades Médicas para la Red de Atención Primaria de la Salud, que organiza mensualmente el Centro de Humanidades Médicas de la Facultad de Medicina CAS UDD, y en el contexto del Día de los Patrimonios Culturales, el Dr. Roque Sáenz, gastroenterólogo de Clínica Alemana y profesor titular de la Facultad de Medicina CAS UDD, ofreció la charla: «Hablemos Castellano. El legado de las Glosas Emilianensis», una interesante presentación que invitó a los asistentes a realizar un viaje al pasado para comprender los orígenes de la lengua castellana, en particular al mundo medieval, donde surgió esta lengua que hoy hablan más de 600 millones de personas.
De origen riojano, el Dr. Saénz integró en su presentación distintos elementos históricos, culturales y simbólicos de la época y de la lengua castellana, deteniéndose luego en La Rioja -provincia y comunidad autónoma en el norte de España-, para situarse en los monasterios riojanos de Suso (el más antiguo) y Yuso (el moderno) donde se produjeron las glosas Emilianenses, consideradas uno de los primeros testimonios escritos en castellano, y punto de partida para explorar cómo el idioma empezó a plasmarse por escrito desde el habla popular.
Abordó, por ejemplo, el funcionamiento de los scriptoria medievales, espacios dentro de los monasterios, generalmente en la Europa medieval, donde se copiaban los manuscritos y se producía el conocimiento escrito. “Había un personaje que leía y otros que escribían”, relató el Dr. Sáenz, mencionando incluso que en algunos casos “uno leía y había tres escribiendo”. Según se comentó, el acto de copiar los textos, palabra por palabra (como la Biblia, por ejemplo, que demoró más 50 de años en ser transcrita, según acotó) permitía una lectura profunda, la comprensión de los significados y una conexión muy íntima con el texto.
También profundizó en los incunables, libros impresos en el inicio de la imprenta cuando la industria tipográfica todavía no se había especializado. “Son objetos que permiten rastrar la evolución del libro a lo largo de la historia, ya que los impresores actuaban como artistas que expresaban su creatividad a través de su trabajo”, explicó Roque. Muchos de estos libros fueron confeccionados con piel de cordero, encuadernados en cuero, y llegaban a pesar más de 100 kilos.
La charla llevó a la reflexión sobre las permanentes modificaciones de la lengua a lo largo del tiempo y a la importancia de la lectura, así como a la transmisión del valor de la palabra a las nuevas generaciones. Tuvo una muy buena acogida general, se valoró entre otros la pasión y capacidad de oratoria del expositor, así como ser una inspirador para los profesionales de la salud, al dar un tiempo y espacio para el cultivo y valoración de las humanidades, dentro de la vida cotidiana y más allá de los fines académicos.
Entre los libros recomendados por el Dr. Saéz, para quienes deseen ampliar la información o reflexión sobre el origen de la lengua, el contexto histórico, los libros y las bibliotecas, “El infinito en un junco” de Irene Vallejos; “El Médico de Flandes” y “El Cirujano Al Andaluz” ambos de Antonio Cavanillas De Blas.
Los invitamos a revivir la charla: