El coloquio del pasado mes de junio en el Hospital Padre Hurtado estuvo dedicado a la poeta Gabriela Mistral. Abordó tres de sus grandes pasiones: el oficio de enseñar, el oficio de escribir y el oficio de crear una patria. Estuvo a cargo del literato Víctor Berríos Chacón.
“La poesía podría servir para comunicarnos cuando es más difícil y también para completar el espacio cuando estamos frente a la nada”, señala en su mensaje de correo electrónico el literato conocedor de la obra de Gabriela Mistral, Víctor Berríos, haciendo alusión al tremendo valor que puede tener este género literario en momentos difíciles como los que vivimos hoy. Seguramente parafraseando también a la misma Mistral quien consideraba que la poesía era una forma de conseguir cobijo y ternura en momentos de desolación: “Todos los hombres son desgraciados y necesitan siempre una canción de cuna que apacigüe su corazón”.
Para Berríos, la buena poesía siempre sana, porque iluminaría en dos direcciones: aquello que daña el alma humana y/o aquello que la fortalece. “Perdemos la mirada en la vida cotidiana de esa distinción, pero el poeta da su vida por describirla, por relatar lo que pasa cuando se acaban las palabras”.
Berríos Chacón ha dedicado su vida al fortalecimiento educativo y la literatura. Con especial vocación y foco en las zonas más vulnerables de nuestro país a través de programas de fomento lector. Por ejemplo, coordinó el proyecto «Pasión de Leer» de la Universidad de Valparaíso y apoyó la edición del libro «Pasión de enseñar: pensamiento pedagógico de Gabriela Mistral», de la editorial de la misma universidad.
En la conversación que sostuvo con los profesionales de la salud del Hospital Padre Hurtado -a través de la plataforma Zoom- invito a conocer la poesía de Mistral leyendo extractos de Desolación (Sonetos de la muerte) , Tala (Pan), Lagar (Madre Mía), entre otros.
Por último, consideró que iniciativas como los Coloquios de Humanidades son muy importantes para sostener mejor momentos complejos como los que vivimos. “Creo que estos encuentros en torno a nuestra identidad poética entregan herramientas para fortalecer nuestro país interior”. En este sentido vio la iniciativa como un regalo. “La invitación que me hizo el Centro de Humanidades Médicas a compartir un espacio en torno a la poesía es un encuentro tan genuino que se convierte en heroico”.
Actualmente Víctor es Jefe de calidad e innovación educativa de la Fundación Consorcio. Se le puede ubicar en el correo [email protected]
