De la reflexión sobre cómo serían los viajes del siglo XXI y cómo actualizar el currículo de la Facultad de Arte y Arquitectura UDD, surgió una poética travesía que pronto formará parte del libro BERLÍN sobre el cual hablaron los arquitectos Óscar Mackenney y Álvaro Parraguez, en un nuevo Coloquio de Humanidades organizado por el Centro de Humanidades Médicas.
“Los viajes son experienciales y los arquitectos somos presenciales. Sin duda, una de las cosas que más extrañamos con esta pandemia es viajar”, con estas palabras, Óscar Mackenney, Decano de la Facultad de Arte y Arquitectura UDD, comenzó su exposición en el Coloquio de Humanidades realizado este jueves 29 de abril, al medio día a través de la plataforma zoom, para los profesionales de la salud del Hospital Padre Hurtado.
El viaje a Berlín surge desde la reflexión realizada hace 10 años respecto a cómo actualizar el currículo, ya que todo se orientaba hacia lo digital. “Cada alumno debiera tener experiencias detonantes durante su vida y ahí descubrimos que los alumnos deben salir de su zona de confort y tener al menos tres experiencias detonantes a lo largo de su carrera. Nos pusimos una meta muy alta, recorrer los 5 continentes. Para eso tuvimos que armar equipos de trabajo. Equipos de registro. E invitamos a diez profesores, para recorrer Berlín en 10 días, ojalá personas lo más diversas posibles, para tener distintas mitradas”, recordó Mackenney.
El editor del libro y también arquitecto, Álvaro Parraguez, fue quien fue mostrando el diseño del libro y adelantó los temas de cada capítulo, encargada a cada uno de los 10 profesionales que participaron de la aventura, recorriendo muchas veces en bicicleta algunos conceptos de la vida cotidiana, la funcionalidad, los parques, la artesanía, el arte, la sustentabilidad, entre otros.
“A Berlín no le interesa ser perfecto. Tiene sus heridas”, señaló Parraguez. Este fue uno de los grandes aprendizajes para el grupo. Darle valor al registro de la historia, a las ruinas, a las obras arquitectónicas. Olvidarse de reconstruir lo mismo, sino que mejor. Abrir espacios de respeto y dignidad hacia las memorias. Tanto por razones éticas (recordar aquello que no puede volver a suceder, como una guerra o el holocausto), y también por razones estéticas. “En Berlín no se hace cirugía estética, sino cirugía reconstructiva”, agregó Mackenney parafraseando con el lenguaje de los profesionales de la salud.
Entre los factores de bienestar de esta ciudad nombraron la funcionalidad, el sentido estético y la cultura del arte, el respeto por aquellos guiños de la historia, espacios públicos en red, y abundantes parques y áreas verdes.
Al concluir, los arquitectos concordaron que así como Europa es a los monumentos, Latinoamérica es a los territorios y que nuestro país debiera sacarle más partido a los territorios para que sus construcciones convivan con sus paisajes. “Seguro que desde ahí haríamos a la gente mucho más feliz”, señalaron.
Si te perdiste el coloquio, puedes verlo a continuación: