“Profesionalismo y cuidado en la época post pandémica: algunas reflexiones para pensar en la formación de los profesionales de la salud”, fue el nombre de la conferencia que dictó Carla Benaglio, vicedecana de Desarrollo y directora del Centro de Desarrollo Educacional de la Facultad de Medicina Clínica Alemana de Desarrollo.
La presentación se realizó durante la última Sesión Ordinaria de la Academia Chilena de Medicina (Almirante Montt 453, Santiago), encuentro que convocó a miembros de la corporación, compuesta por destacados médicos que buscan contribuir al progreso de la medicina, la educación médica y la salud pública del país, a través de distintas iniciativas que incluyen, entre otros, la discusión y el análisis de temas médicos de actualidad.
En este contexto, Carla Benaglio – PhD en Ciencias Humanas de la Universidad de Verona, Italia- habló sobre el compromiso significativo que implica para las instituciones universitarias la formación de los futuros profesionales de la salud, en el sentido de desarrollar competencias fundamentales, como el profesionalismo, el cual tiene al centro el cuidado por el otro, la comunicación, la relación humana y la empatía.
Sin embargo, señaló que, en la práctica médica, actualmente, este vínculo entre los valores humanos y la ciencia ha sufrido un deterioro. “De este modo, se entiende que el profesionalismo es un comportamiento que se desarrolla con el tiempo, que no es estable y que depende del contexto”, indicó, agregando que esto se confirma con lo sucedido en la pandemia por Covid-19, realidad que empeoró aún más los niveles de malestar y burnout entre los profesionales de la salud, afectando su salud mental.
“El profesional de la salud se encontró en una situación única, caracterizada por la incertidumbre, ansiedad, angustia y miedo, debido al riesgo de contagio y al alto nivel de mortalidad. En esta situación, en la que no fue posible actuar sobre las prácticas de cuidado, según las costumbres y el protocolo, y en la que el paciente moría a pesar de los tratamientos, el cuidado entró en una profunda crisis, perdiendo su identidad”, relató la vicedecana de Desarrollo.
Es así como la respuesta a esta crisis ha sido un intento por volver a la esencia del cuidado. Gracias a la pandemia, se produjo un redescubrimiento de un mundo de valores que no lograban emerger en el día a día debido a múltiples necesidades, volviendo a poner en contacto a los profesionales con su vocación.
“Durante el período de pandemia y post pandemia, los profesionales de la salud se han vuelto más conscientes de la necesidad de cuidar su bienestar y han solicitado acciones formativas que abran espacios que estimulen conversaciones, valorando el diálogo en torno a las dificultades de la acción profesional”, reflexionó durante la exposición.
De este modo, Carla Benaglio concluye que el profesional pide hoy ser parte de un proceso de formación constante, no sólo para certificar sus competencias técnico-científicas, sino también para desarrollar competencias transversales, como son la flexibilidad y la planificación. “Es decir, existe una necesidad concreta de invertir en formación, en un contexto altamente complejo, donde los espacios de reflexión compartida y guiada, así como la posibilidad de dejar huellas de las propias experiencias, son clave, no sólo para el bienestar y formación propios, sino también para la formación de otros”, finalizó.